El plebiscito se lo robaron para entregarle la nación a una cáfila de bandidos que son los miembros de las Farc. Nicolás Maduro legisla en Colombia. Quien decide la suerte de las leyes, de los actos legislativos y hasta de los decretos del Presidente de la República es en últimas Nicolás Maduro. La mayoría del comité que elegirá a los magistrados del Tribunal Especial Para la Paz está integrada por tres marxistas-leninistas defensores de grupos terroristas. La sala penal de la Corte Suprema de Justicia está feliz con la Justicia Especial para la Paz, porque les quita trabajo y se podrán ir temprano para la casa. Los próximos magistrados del Consejo Nacional Electoral serán los miembros de las Farc. Ya está en el Congreso un proyecto de ley para que las Farc se tomen la vigilancia privada en el país. El General Óscar Naranjo ha sido propuesto para la Vicepresidencia de la República por las Farc, él es el vicepresidente de las Farc. El General Naranjo posiblemente se pasaba parte del tiempo en Cuba aprendiendo como es esa vaina del G2 (órgano de la inteligencia del Estado cubano). Los magistrados que están nombrando en la Corte Constitucional son los amigos de Santos.

Se nos robaron la tierra, la reforma agraria ya se hizo. Toda la tierra de los colombianos pasa a ser propiedad de ellos (las Farc). La tierra en Colombia no vale nada. Estos bandidos (el Gobierno) se robaron el fisco nacional, la crisis fiscal es de unas proporciones colosales. Este salteador de caminos, el doctor Santos, duplicó la deuda externa respecto a toda la historia del país de doscientos años. Vamos a enfrentar una crisis que no tiene precedentes.

Todas las afirmaciones anteriores fueron hechas por el doctor Fernando Londoño Hoyos durante su intervención en la convención del partido político Centro Democrático, realizada la semana pasada. Su sola lectura deja ver una feroz temeridad e irresponsabilidad. La gran mayoría de sus afirmaciones son mentiras absolutas, como aquello de decir que el General Óscar Naranjo es un vicepresidente puesto por las Farc. Las otras son apreciaciones carentes de sustento en los hechos. El doctor Londoño es un experto sofista, es decir que presenta argumentos falsos o capciosos en sus disertaciones pretendiendo hacerlos pasar por verdaderos, sacando conclusiones de ellos, que si bien lógicas, no tienen sustento fáctico. Sus columnas de prensa y sus intervenciones radiales son eso: un hábil ejercicio de sofista de tiempo completo.

Eso sí, fue fiel a la verdad al afirmar en la convención del Centro Democrático que este partido no es de centro, que es de derecha, apreciación que también hizo para referirse a sí mismo, ahí sí faltándole algo de precisión, pues el doctor Londoño es de extrema derecha, orientación política tan malsana en una sociedad como la extrema izquierda.

También hay que creerle, cuando manifesta que “el primer desafío del Centro Democrático será el de volver trizas ese maldito papel que llaman el acuerdo final con las Farc, que es una claudicación y que no puede subsistir. No hay nada bueno en ese acuerdo. Ese papel es basura fruto de un robo. Aquí no puede haber medias tintas. No vamos a tolerar las 312 páginas del acuerdo de paz con las Farc”.

Me parece conveniente hacer ver cuándo una figura pública con influencia en la opinión acude sistemáticamente a la mentira y el sofisma para labrar una percepción en el ciudadano, pues sin duda se incuba un sentimiento de rabia y odio que ocasionan un daño enorme en la convivencia social.

Para el doctor Londoño todo aquel que no esté de acuerdo con él o que lo contradiga pasa a ser inmediatamente de izquierda, marxista leninista, cuando le va bien; porque en muchas ocasiones sus contradictores no bajan de aliados de las Farc; guerrilleros vestidos de civil o terroristas. Ya veremos cómo me va.