¿Sobre el origen del apellido Duque tiene apuntado en un papelito que procede de los valles de Santander, actual Comunidad Autónoma de Cantabria; que el primer desplazamiento de esta familia se produce hacia pueblos como Areños, Camasobres, San Salvador de Cantamuda, lo que antiguamente fue arzobispado de Santander; que en el territorio que forman las ciudades de Valladolid, Salamanca, Segovia, Medina del Campo, Arévalo, Olmedo, hay muchos Duques que luego atravesaron el charco y están felizmente con nosotros?

¿Madrugó ayer 1º de agosto a felicitar al presidente electo por su cumpleaños 42 y le mandó de regalo rock pesado, un yo-yo, juego en el que fue ducho, y una buena biografía, lectura preferida del inminente inquilino palaciego que se engulle cinco libros por semana?

¿Sabe que cuando visitó a Darío Echandía en su casa de Ibagué cuando tenía cinco años, Duque le preguntó si de niño había pensado ser presidente y ante la respuesta negativa del maestro le replicó que él sí pensaba serlo?

¿Le cayó al hígado la invitación del exministro y columnista Rudolf Hommes de agradecerle al presidente Santos haber negociado la paz con las Farc?

¿Les retiró el saludo y la mirada a quienes creemos hace tiempos que Santos se merece el “muy agradecidos” porque es hora de que los hijos vuelvan a enterrar a los padres y tiene claro que salvar una vida es salvar a la humanidad, como dice El Talmud?

¿Es partidario de que Duque no le cuide a Santos los tres huevitos de la paz, la política internacional y la lucha contra la corrupción?

¿Considera que los zurdos, con excepción de Santos, también son gente, y que el saliente mandatario todo lo hizo mal inclusive amarrarse los cordones?

¿Ha oído a Duque imitar voces de grandes personajes como Turbay, Belisario Betancur y Abelardo Forero Benavides, quienes frecuentaban su casa?

¿Debajo del vidrio de la mesita de noche y en la billetera tiene selfis con el nuevo César?

¿Le encantó la rueda de prensa del senador Uribe en Rionegro acompañado de un costoso pool de severos, sonrientes, mediáticos y talentosos abogados de obeso ego y de paredes ametralladas de diplomas, felices de tener un cliente tan importante que solo respondió lo que le interesaba? (De pensar lo que cobran me remueve la silla turca, salvo que trabajen por canje).

¿Agotó las existencias de valeriana porque pasan los días y nada que el presidente Duque lo llama a colaborar? ¿Lo consuela saber que quedan suculentas embajadas para sacrificarse en euros?

¿Está esperando que el presidente se posesione para enviarles saludos y mecato a sus parientes y amigos en los países que visite?

¿Confía que en el acto de posesión del presidente Duque el senador Mockus deje los pantalones en su sitio y no se los baje hasta el sitio donde la espalda pierde su sacro nombre? (Continuará).