Nos queda por establecer cuál de las dos ruanas colombianas surgió primero: si la bambuquera del poeta pereirano Luis Carlos González, nacida en la Perla del Otún, o la de la alcaldada del político caldense Alcibíades Díaz, originada en el municipio de Filadelfia.
Mientras nos llegan los resultados de nuestros empeños investigativos, le damos curso al siguiente correo del lector Ricardo de los Ríos Tobón, radicado en Manizales, en el que hace un rico aporte al tema que nos ocupa:
“Orlando: Como lector infatigable tuyo, sobre todo cuando se trata de crónicas sobre política o historias regionales, leí, hace unos días, tu texto sobre Alcibíades Díaz, el godo y flamante alcalde de Filadelfia en 1952.
Y al recordar la prohibición de la ruana, recordé que mi padre, Carlos de los Ríos B., líder godo de occidente, alzatista de racamandaca y buen escritor, en aquellos días "poetizó" sobre el mencionado decreto municipal. No recuerdo si LA PATRIA publicó el texto, pero sí sé que los versos circularon y que quien más los celebró fue Alcibíades, buen amigo de mi padre. Tengo el gusto de remitirte algunos segmentos:
“El decreto del alcalde de Filadelfia es un divertido poema escrito a raíz de la noticia de que el alcalde de dicha localidad prohibió salir con ruana a la calle, en decreto de octubre de 1952.
La decisión del alcalde es justa: era época de violencia partidista y era muy común que la ruana sirviera de camuflaje para llevar armas listas bajo ella. Por eso el alcalde pretendía que si los filadelfeños salían sin ruana, no podrían disimular sus armas”.
Pero Carlosdé aprovechó la ocasión para su decreto poético y la consabida tomadura de pelo y entró en materia, así:
“El alcalde de Filadelfia, Caldas, don Alcibíades Díaz, Aristizábal prohibió, por Decreto, el uso de la ruana”: Yo, Alcibíades, alcalde por respeto,/ por nombramiento, posesión y todo,/ como soy macho, gobiernista y godo,/ he venido en echar este decreto:
Artículo primero. El "endivido” que se salga de ruana hasta el poblado/, del pelo y del carriel será cogido/, pa’ llevarlo a la cárcel arrastrado. Parágrafo inicial./ Si en vez de ruana/ fuese poncho, muleta o tapapinche/, el arresto será de una semana/ y lo tendré en el cepo hasta que se hinche. La ruana es tradición. Pero ella sola/ puede acabar con esta dictadura/, por eso ordeno usar capa española/, capa pluvial o simple capa dura/. De los que alzan la ruana en el poblacho/ ya he recogido la copiosa lista/. alza Luis, alza Alfonso y alza Pacho, alza Juan, alza Pedro y alzaTista.
Artículo segundo. En esta villa/ nadie podrá leer, pues soy el jefe, a Gutiérrez González, Carrasquilla/, a Juan José Botero o a don Efe. Aunque el pueblo se ponga alborotado/ y a mi comadre se le parta el alma/, se prohíbe que traigan al mercado/ animales cargados con enjalma. Para no maltratar los baldosines/ y así evitar mayores disparates/, todos vustedes se pondrán botines/, pues les prohíbo andar en alpargates.
Impongo como artículo tercero/, ya que civilizarlos es mi empeño/, que nadie se aparezca con sombrero de paja/, del que llaman aguadeño./ Por último, que todo el pueblo sepa/: no permito comer el chicharrón/, ni fríjoles, ni chócolo, ni arepa/, ni tolero los vasos de higuerón. Dado aquí en Filadelfia el veintisiete/, a la orilla del mar de Tiberiades,/ yo, el Alcalde de frac y cubilete/ de todos servidor, don Alcibíades”.
La apostilla: El humorista Guillermo Zuluaga, “Montecristo”, quien solía sacarle capul a una calavera, le cambiaba, así, la línea de entrada al bambuco de Luis Carlos González, que musicalizó el filadelfeño José A. Macías: “Caparon al viejo hidalgo”…
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015