Son siete las primicias informativas del pasado que clasifican para esta arbitraria selección periodística, sin un riguroso orden cronológico, apoyándonos solamente en la memoria de archivo que nos deja la búsqueda cotidiana de la noticia del momento, como si fuese el pan de cada día.
El síncope neoyorquino. Abrimos el baúl de los recuerdos, y, a primera vista, nos topamos de golpe con esta casualidad: este domingo, 4 de noviembre, se cumplen 47 años de la muerte repentina, por infarto, en Nueva York, del expresidente Guillermo León Valencia, a sus 62 años de edad. La primicia la difundió aquella noche novembrina de 1971, desde Popayán, por Caracol, el inmolado colega vallecaucano Alirio Mora Beltrán, mientras Julio Nieto Bernal conducía magistralmente su “Línea directa”. Alirio mantenía excelentes relaciones con la Casa Valencia.
La ejecución de Mercado. Ahora resumimos el macabro amanecer del 19 de abril de 1976, cuando el periodista manizaleño Harvey Ocampo Cardona, de RCN, encontró todavía tibio el cadáver del líder sindical costeño José Raquel Mercado, presidente de la CTC, en una glorieta del bogotano parque El Salitre, donde fue abandonado por sus secuestradores del M-19. La chiva estremeció al país.
El vuelo final de Bateman. El jefe de redacción del diario “El Universal”, de Cartagena, Ángel Romero Bertel, no ha revelado cómo consiguió la gran primicia de la muerte de Jaime Bateman Cayón, el máximo jefe del M-19, en un accidente aéreo, en las selvas panameñas, cuando se dirigía a los dominios del general Ómar Torrijos. Los compañeros de lucha del insurgente samario tardaron mucho tiempo en confirmar la chiva del querido colega cartagenero, que ahora es jefe de redacción de “La Opinión”, de Cúcuta. La muerte de Bateman fue por muchos meses el secreto más bien guardado por la cúpula de esa organización terrorista.
El descuido fatal de Fidel. Seguimos con la chiva que nunca se publicó en medio de la guerra: Sin advertir que habían matado en un simple retén de rutina, en Urabá, a Fidel Castaño Gil, su peor enemigo, el fundador y máximo jefe de las Auc y de Los Pepes, la guerrilla de las Farc abandonó silenciosamente el paraje del episodio ocurrido entre los municipios San Pedro y San Juan. Entre tanto, los mandos paramilitares resolvían mantener en secreto la noticia para impedir que la guerrilla exhibiera como gran trofeo el cadáver del mayor de los hermanos Castaño Gil. La noticia le llegó unas horas después, a la redacción de Caracol en Medellín, a la periodista Beatriz Elena García, hermana de “Doble Cero”, uno de los hombres de confianza de don Fidel, con la condición de que no dijera ni una palabra del episodio, que trascendió varios años después, cuando ya no era tan pertinaz la lucha entre guerrilleros y “paracos”. La gente de “Tirofijo” tomó desprevenido aquel día al tambor mayor de las Autodefensas. Sus hermanos asumieron el mando.
La desaparición de Armero. Así llegó en la madrugada del 14 de noviembre de 1985 al máster central de Caracol la llamada del aviador que dio cuenta, en pleno sobrevuelo, de la desaparición de Armero, como consecuencia de la erupción del volcán del Ruiz. Recibió la comunicación el colega William Giraldo, quien decidió sacarla al aire, en directo, con Javier Velásquez, por entonces subdirector de noticias, que estaba coordinando la emisión de 6 am-9 am. Así conoció el mundo las dimensiones de la catástrofe volcánica.
Otro éxito de los tiempos de Yamid Amat en la avenida 19 fue la primera entrevista que concedió el comandante Rosemberg Pabón, del M19, unas horas después de la cinematográfica toma de la embajada dominicana, episodio que mantuvo en jaque al gobierno del presidente Turbay durante varias semanas.
La apostilla: En medio de la confusión y el caos que desencadenó “El bogotazo” del 9 de abril de 1948, nunca se supo cuál fue el periodista que propaló aquel mediodía la estremecedora primicia del asesinato del caudillo Jorge Eliécer Gaitán.