El DANE acaba de revelar las cifras de pobreza de acuerdo con el índice de pobreza multidimensional y la pobreza monetaria. El primero es un indicador directo de pobreza (verifica la satisfacción de un conjunto de necesidades) que toma en cuenta quince variables agrupadas en cinco dimensiones: condiciones educativas del hogar, condiciones de la niñez y la juventud, trabajo, salud y, servicios públicos domiciliarios y condiciones de la vivienda. Se considera en situación de pobreza al hogar con privaciones en al menos cinco de los quince indicadores. La incidencia de la pobreza multidimensional a nivel nacional disminuyó de 20,2 por ciento en 2015 a 17,8 por ciento en 2016. También disminuyó en el conjunto de cabeceras y en el agregado de los centros poblados y rural disperso. Desafortunadamente, no están disponibles las cifras desagregadas por ciudades y departamentos ya que la Encuesta Nacional de Calidad de Vida es representativa a nivel de las regiones: Caribe, Oriental, Central, Pacífica (sin Valle del Cauca), Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca. En todas ellas también disminuyó la incidencia de la pobreza multidimensional menos en Bogotá, donde aumentó de 4,7 a 5,9 por ciento. 
La disminución de la pobreza multidimensional en el país debe examinarse con cuidado. Al revisar las quince variables de la pobreza multidimensional hay resultados que preocupan. A nivel nacional, la privación de los hogares aumentó en desempleo de larga duración y material inadecuado de paredes exteriores. En las cabeceras, la privación aumentó en esas mismas variables y además, en el acceso a fuente de agua mejorada. En los centros poblados y rural disperso la privación aumentó en barreras a servicios para cuidado de la primera infancia, desempleo de larga duración, inasistencia escolar y material inadecuado de pisos. 
El incremento de la privación en desempleo de larga duración es consistente con la cifra más inquietante de las presentadas por el DANE: la mayor incidencia de la pobreza por ingresos en 2016 con respecto a 2015. La información sobre pobreza monetaria que proviene de la Encuesta de Hogares está disponible para total cabeceras, total centros poblados y rural disperso y para veintitrés ciudades y áreas metropolitanas. En el nivel nacional, la incidencia de la pobreza monetaria aumentó de 27,8 a 28 por ciento. Ciertamente, se trata de un incremento muy leve. Sin embargo, lo grave del dato es que se quiebra una tendencia decreciente que se venía presentando desde 2002. Así que existe el riesgo de que este dato se convierta en un punto de inflexión a partir del cual, el porcentaje de personas cuyos ingresos son inferiores al valor de la línea de pobreza, empiece a aumentar en los años siguientes. Ello puede ocurrir si persiste la mediocridad del desempeño productivo de la economía y la elevada concentración del ingreso. Que el coeficiente de Gini (que mide la desigualdad entre cero y uno) haya pasado entre 2015 y 2016 de 0,522 a 0,517, no cambia el hecho de que Colombia es el país más desigual de América Latina tanto en términos de Gini, como del número de veces que la participación del 10 por ciento más rico en el ingreso total supera a la del 10 por ciento más pobre: ¡38,32 veces!
En Manizales, la incidencia de la pobreza monetaria pasó de 13,9 por ciento en 2015 a 14,6 por ciento en 2016, quebrando también la tendencia decreciente que se venía presentando año a año, en forma ininterrumpida, desde 2010. A pesar de ello, la ciudad ocupa el cuarto lugar entre veintitrés (después de Bucaramanga, Bogotá y Medellín), al ordenar las ciudades colombianas de menor a mayor incidencia de la pobreza. En 2015 ocupaba el tercer lugar, por encima de Medellín. Las peor ubicadas son Quibdó (50,2 por ciento) y Riohacha (41 por ciento). 
Si en términos de incidencia de la pobreza Manizales está bien ubicada, no ocurre lo mismo si se considera la desigualdad del ingreso. El Gini de Manizales entre 2015 y 2016 pasó de 0,455 a 0,478 (la cifra más alta desde 2010 cuando se ubicó en 0,495). Al ordenar las ciudades de menor a mayor nivel de desigualdad, Manizales ocupa el puesto dieciséis entre veintitrés ciudades. Cifras para reflexionar.