Mario César Otálvaro

LA PATRIA | Bogotá

Ni el hincha más optimista tenía en sus cuentas que después de 7 jornadas el Once Caldas fuera líder de la Liga, con números excepcionales, un ataque demoledor, y lejos del descenso, que era la tarea por cumplir.

13 goles en 7 fechas -casi 2 por juego- por solo 6 en contra -menos de 1 por partido- hablan de equilibrio, que fue lo que menos se tuvo en el reciente pasado cuando anotar era un parto, y atrás había una tronera.

Un Once Caldas con suerte, que se entrega en el campo, que entusiasma, que contra los pronósticos comanda la tabla con altísimo rendimiento del 76%, y un puntaje que pone a pensar en la clasificación.

Un Once Caldas capaz de remontar, atrevido como ocurrió en Bucaramanga, donde empezó perdiendo y dio vuelta, ante Chicó al que empató estando abajo 2-0, y frente al Medellín con el que estuvo 1-2 y terminó ganándole.

Alegrías juntas después de 3 años lamentables, con méritos para Hubert Bodhert por las formas que le imprimió a un plantel inferior a algunos de sus rivales, y que más allá de las debilidades, está sumando.

Objetivo primario -independiente de otros factores- que nutre el alma del aficionado, que mete protagonismo en la competencia, y que tiene soñando a quienes renovaron la fe y extendieron credenciales.

Dos jugadores brillantes enmarcan la campaña, José Fernando Cuadrado -el mejor arquero del campeonato- siempre atento y oportuno sacando balones imposibles, y Yesus Cabrera, un volante fino, de sacrificio, con gol.

Notable también Édder Farías por su definición; al resto -como artífices de la estupenda campaña- se les abona la actitud y el espíritu, aunque la mayoría son inestables y disparejos en su producción.

A Nazarit, por ejemplo, hay que enseñarle a medir tiempo y distancia, siempre va al bulto, es atropellado, e inclusive ante el Medellín por imprudencia cometió penalti. Tiene condiciones, futuro, pero también mucho por aprender.

Lo mismo su compañero Perea, más aplomado menos seguro, algo novato, y logrando experiencia en un equipo ganador. En los últimos duelos ambos se vieron comprometidos, ofreciendo demasiadas ventajas.

Hinestroza como lateral rinde, Álvarez tuvo una pésima presentación en Tunja, se reivindicó con gol en Palogrande, a pesar de sus vacíos, sin alcanzar el nivel de David Gómez, aún con sus limitaciones.

Restrepo fuerte en su labor, juega al filo de la navaja, en ocasiones solitario en su función dependiendo del trabajo de marca que aporten los volantes más adelantados. Ni Sierra ni Cañaveral son buenos complementos.

Sinisterra muy tibio, tirado al medio, debe explotar más por los costados, Vanegas confirma por qué era suplente de López, Steer y Rojas en Jaguares, frío y enredado, y mala caroso cuando lo sustituyen.

López debe mejorar la entrega, pero su remate en distancia es clave -me pareció injusta su salida ante el DIM- Carbonero muy tierno, y Amaya reclama oportunidad como inicialista por la banda izquierda.

Queda camino por andar -nada fácil- pero lo recorrido está por encima del presupuesto y hay que aprovecharlo. Lo de Bodhert es positivo, la motivación ni se diga, y el público ya dio muestras de que al menor estimulo está dispuesto a responder.

Hasta la próxima…

Twitter: @macotal

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