Mario César Otálvaro

LA PATRIA | Manizales

Un Envigado que no ha podido ganar por Liga será el rival esta tarde del invicto Once Caldas -2 victorias y 1 empate- en su regreso al Palogrande. 7 puntos de 9, con 2 partidos jugados por fuera es buen balance cuando se apresta además a reiniciar la Copa Aguila frente al Medellín, primero como visitante.

El jueves será ese duelo por un certamen que entrega cupo internacional, una de las aspiraciones del semestre, posibilidad abierta también vía reclasificación. Es decir, en la agenda no solo papel digno en el torneo y tiquete para representar a Colombia, sino puntos que borren las sombras del descenso para el año entrante.

La muestra inicial ha sido positiva con mejoras sustanciales en defensa y mayor volumen de juego en el medio, aunque con debilidades ofensivas. El armazón existe, producto de 7 meses de trabajo de Hubert Bodhert, metido en la tarea de encajar las piezas, de momento con avances significativos en algunas líneas.

La defensiva -1 gol en 270 minutos- muestra un Gómez más aplomado que achica el círculo a sus detractores, y un Velasco que despeja dudas sobre la margen izquierda.

Peralta se ha batido, mientras que a su complemento Correa le ha costado -teniendo con qué- sumando ya varios errores, uno de ellos convertido en gol por Rangel del Bucaramanga.

Cuadrado dejó de ser la superfigura en cada encuentro -por fortuna- porque le llegan menos, y sobra advertir su influencia por experiencia, seguridad y garantía en el arco.

Arias es inicio de juego, liderazgo, cargado de jerarquía luego de su paso por Nacional, y a su lado Rodríguez, fuerza callada en recuperación con salida y acompañamiento.

Nieto es el jugador más valioso por su aporte en ida y vuelta, con sacrificio para marcar, 2 pases gol, y aire de talento faltándole mayor continuidad.

Los líos arrancan por las bandas donde Bodhert quiere hacer de Londoño el puntero que no

es, y Carbonero demasiado tibio, con mucho todavía por aprender. Steer, propenso a las lesiones y sin ser por antecedentes un consumado artillero, suma 2 goles y ausencias forzadas, dejando en claro que no tiene apuros con los del banco.

Inasistencias por problemas físicos que inquietan -hoy vuelve a ser baja- lo que refleja una titularidad del 50% y apenas van 4 fechas del campeonato. Lemos es promesa -que no se vaya a quedar en eso- y Amaya careció de talante en el pasado, y está en deuda por asuntos delicados como entrega y compromiso.

Las esperanzas se cifran en Vanegas -otro entre algodones- esperando con paciencia el surgimiento de un Carreazo, u otro jugador, que desequilibre.

Por eso paradójico que teniendo disponible la plaza 25 no se hubiese aprovechado, en el entendido de que no hay nada atractivo en el mercado libre, único por explorar. O un extranjero, y para esas posiciones hace rato que no pega uno, lo que indica que será función de Bodhert prever las alternativas por un equipo más agresivo en ataque.

Porque crea las oportunidades, plantea fútbol vertical, y sin ser veloz en las transiciones es criterioso para salir, urgiendo entonces soluciones que concluyan con eficacia.

Es la realidad -más plausible que preocupante- de un Once Caldas que ilusiona por sus números abriendo campaña, y que tiene como cumplir con sus metas tripartitas.

Hasta la próxima...