Mario César Otálvaro
LA PATRIA | Bogotá

La inclusión de un cuarto arquero en una inoficiosa lista de 35 preseleccionados -serán 23 el 4 de junio- tristemente entrevera intereses en la orientación del combinado nacional.

El llamado de Iván Arboleda de Banfield -22 años, desconocido en el medio, y con apenas dos temporadas como profesional- demuestra que los favores están por encima de los méritos, y que el negocio es el que manda.

Nada contra el portero -ojalá en el futuro sea un Juan Carlos Henao- pero sería indebido que terminen perjudicando a José Fernando Cuadrado, el mejor de la Liga.

Si dejan de llevar volantes del nivel de Cantillo, Campuzano, Roa o Duque porque la experiencia de Aguilar, Cuéllar o Pérez los habilita para el mundial, contradictoria la convocatoria de Arboleda.

Fastidia -y eso que soy de la línea Pékerman- porque creo que la selección debe entenderse como un club social en el que se pagan derechos de admisión.

Otro tema de semana deriva en el silbato Wílmar Roldán, de nefasto desempeño en los juegos del Once Caldas contra Santa fe y Tolima, y quien ahora pretende que sancionen al Palogrande.

‘Tras de cotudo con paperas’ dicen las abuelas. El señor rindió un informe según el cual fue amenazado, y la comisión arbitral puso en investigación la plaza.

Y a él quien lo ronda cuando comete errores que de normales pasan a sospechosos por sus actuaciones tendenciosas, acomodadas y mal intencionadas.

Fea su actitud prepotente, su arrogancia y sus extrañas decisiones, que exigirían por el contrario una revisión a su gestión, pues no se puede quedar en juez estrella cuando aquí pita como un chambón.

Y finalmente, cerca de una clasificación histórica porque el listón no era tan alto, el Once Caldas que tratará de conservar el gol de ventaja con el que llega al partido del Murillo Toro.

Cualquiera diría que plantear un juego conservador es lo ideal, sonando a contrasentido porque tradicionalmente le va mejor proponiendo que regalando la iniciativa.

Sucedió en Barranca, donde cayó 4-1 cuando de manera inexplicable se cambió el esquema, logrando victoria 1-0 sobre Tolima al regresar al dibujo habitual con 3 volantes de avanzada.

Lo que bien funciona no se toca, menos con las deficiencias en marca que se tienen, sin dejar de advertir precauciones frente a un rival fuerte, que ataca por las bandas, que utiliza el ancho de la cancha, y sólido en labor defensiva.

Aunque -y lo dijo Alberto Gamero- al Tolima le está costando definir, tanto que en los últimos 5 compromisos de Liga solo marcó 2 veces.

Siendo evidente el peso de la nómina, su buena dirección y el trabajo continuado, que no quiere decir que la tenga fácil contra un Once Caldas que depende mucho de la inspiración del día.

Impredecible a ratos, el equipo de Hubert Bodhert es capaz de sorprender con entrega, sacrificio y corazón como el domingo pasado, o con papeles extraviados como cerró contra Alianza.

Ojala hoy lo tome en la curva alta y materialice esa opción de integrar los cuatro mejores del semestre como espaldarazo a la consolidación de un proyecto por encima del presupuesto, y que reclama toda la atención de los dueños.

P.D. Vergonzosa Colombia en las copas. Si Nacional -que perdió con Bolívar y Delfín- se quedó corto, que decir de Santa fe, Junior y Millonarios que ni siquiera pasaron la ronda de grupos. Escandaloso porque se trata de la sexta liga del mundo… según la FIFA.

Hasta la próxima…
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