Mario César Otálvaro
LA PATRIA | Bogotá
Para verdades el tiempo, muy corta la nómina del Once Caldas, motivo para valorar aún más lo hecho hasta ahora, la labor del técnico Bodhert, y la motivación y el compromiso de algunos de los integrantes del plantel.
Una formación base -con 2 jugadores de lujo, Cuadrado y Cabrera- sin mucho en el banco, es la realidad de un equipo que se transformó, y que sorprende esta temporada con cifras impensadas y contundentes.
La meta era zafar el descenso, y son 16 puntos frente al colero Chicó -al comenzar eran 3- y 11 ante el penúltimo Leones, con la ventaja de que ellos poco suman y parecen destinados a regresar a ese sitio donde se sienten cómodos.
Lo demás es complementario, un liderato inesperado, unos resultados con algo de suerte pero meritorios, un esquema con idea de juego, y la realidad de que alejándose del fondo acerca una eventual clasificación.
Tan cierto que faltan unidades, que van 8 fechas de liga con centrales novatos -Nazarit y Perea- quienes ya enseñan fisuras, abriendo interrogante sobre la urgencia de alguien experimentado para mayor consistencia.
No fue el caso contra Cali, pero Cuadrado casi siempre es figura, y ojo que se han recibido 6 goles en los 3 juegos recientes, un dato no menor que obliga a Bodhert a revisar por qué le llegan tanto.
El fútbol aéreo en Palmaseca fue un desastre, la pelota arriba, cruzada fue un dolor de cabeza permanente, el equipo sufrió cuando la posesión fue del rival, y protegiéndose dejó preocupaciones.
La roja de Nazarit estaba cantada, se iba a dar en cualquier instante, y lo advertía en la columna anterior, es un muchacho con futuro, demasiado torpe, sin distancia, va al bulto, y actúa al filo de la tarjeta.
Cali ganó con poco por sus prácticas de corte defensivo acordes con el pensamiento de su entrenador Gerardo Pelusso, enredándose el Once Caldas al quedar con 10, lo que varió el rumbo del partido.
Otro detalle es que están entrando dormidos, pasó en Bucaramanga -al minuto 4 perdía- ante Chicó que marcó a los 7, con la fortuna de que en el primer caso dio vuelta y en Tunja llegó al empate, y frente al Cali a los 4 estaba con marcador adverso.
Atención también al control de los rebotes, a los centros desde las bandas, y a la distribución y manejo de espacios atrás que deslucieron en los duelos con Medellín y Cali, lo que originó fuertes críticas a la labor destructiva.
Perder no es problema, forma parte del fútbol, pero existen formas, y el Once Caldas que cayó ante Envigado sin oponer resistencia, y ante el Cali con fallos tácticos en marca, tiene que llamar la atención del entrenador.
Bodhert debe insistir en su propuesta de apertura por los costados, con correctivos, la izquierda no le está funcionando porque Álvarez no rinde y Vanegas no lo acompaña, y esa vulnerabilidad es caldo de cultivo para los contendores.
Se viene Rionegro para volver a sumar porque está claro que son los rivales para sellar diferencia dado que ante los grandes va a ser difícil, aunque con eso basta para abandonar la zona roja y hasta meterse a la semifinal.
P.D.: Ahora el blanco de Colombia es Envigado, que dejó el naranja, mientras que al tradicional, querido y amado Once Caldas lo visten de morado, que en TV se ve azul - cuando no es de negro- por asuntos de mercadeo que pisotean símbolos tan sagrados.
Hasta la próxima...
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015