LA PATRIA | Manizales

Y pensar que comenzando año el objetivo era alejarse del descenso...

Hoy, el Once Caldas está a 180 minutos de un título, de un cupo a la Libertadores como finalista de Copa Águila, y al tope en la Liga a un paso de asegurar su presencia en cuartos. Quién diría que un equipo que anduvo entre penumbras, a estas alturas sería gran protagonista de la temporada por esencia, fútbol y contenido.

Hubert Bodhert y su modelo de juego tienen al Once Caldas a las puertas de la gloria...

Su propuesta vertical, ajena a esos planteos "amarretes" impuestos por técnicos de corrientes conservadoras, encontraron respaldo en deportistas con sed de victoria.

Con exagerada osadía en ocasiones, como en ese vertiginoso comienzo ante Millonarios que era el necesitado, recibiendo gol en la contra en apenas 6 minutos.

Por fortuna, y sin descuadernarse, llegó a la paridad poco después, para luego someter a un adversario en la nebulosa, sin oficio, y una oferta de base que compromete a su entrenador.

Otro duelo en El Campín sin la recompensa de la victoria, otro en el que siendo más no se gana, tapado por una clasificación justa y merecida, y con un valor inconmensurable.

Se juega bien, siempre a lo mismo, mirando al arco contrario, sin complejos, independiente inclusive de algunas debilidades que podrían ensombrecer la campaña.

Como el déficit atacante, Steer y Vanegas fuera de forma, Carbonero y Carreazo muy tiernos, Amaya proclive a lesionarse, y Kevin ausente, quedando Lemos como el valor sustancial.

Hecho que se refleja en las estadísticas, que dan cuentan de reducción en la eficacia con relación a las cifras correspondientes a la mitad del semestre.

3 goles, 1 de penalti, en la doble serie contra Santa fe y Millonarios -a los que eliminó- evidencian un bajonazo en la puntada decisiva, no en la creación de oportunidades. Contra Equidad y Leones por Liga también las hubo, con reporte de una sola conquista a través del volante Juan Pablo Nieto.

Porque si algo tiene el esquema Bodhert es eso, intención y vocación para buscar los partidos, requiriendo entonces respuestas y rendimientos personales que sean suplemento.

Nada fácil recuperar futbolistas en plena competencia, y menos con semejante calendario, y sería triste un hundimiento en instancias clave por insuficiencia de recursos.

El sueño de estar en una final se hizo realidad, y será contra Nacional cerrando en el Atanasio, que en otras épocas sonaría imposible, no ahora con fuerzas aparentemente similares.

Creyendo entre otras que por idea táctica y peso colectivo puede estar por encima del propio cuadro paisa, que marca diferencia por sus individualidades.

Lindo enfrentamiento que se repetirá en menos de 5 días en Palogrande por los 2 torneos, y que invitaría a un plan de mercadeo específico para que la tribuna se llene.

La posibilidad de un sexto trofeo en vitrina -4 ligas y libertadores- adornados por muchos segundos lugares, engrandecen la historia de un Once Caldas que recuperó su sitio.

Ojalá no termine pasando factura la falta de gol, esa que lo ha privado de números que hoy serían una locura, en el entendido además de que la celebración sería en campo ajeno.

Total, la luna de miel sigue, hay razones y motivos para confiar, y el remate pinta para cosas mayores en un año con aciertos que restauraron el nombre y la confianza en el equipo.

Hasta la próxima..

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La posibilidad de un sexto trofeo en vitrina -4 ligas y libertadores- adornados por muchos segundos lugares, engrandecen la historia de un Once Caldas que recuperó su sitio.