Mario César Otálvaro
LA PATRIA | Manizales
Jugada más de la mitad de la Liga con un balance satisfactorio porque abandonar la zona de descenso es una realidad -aparte de estar dentro de los 8- hay formas de analizar la campaña del Once Caldas, y a su técnico Hubert Bodhert.
Hasta el momento se han visto 2 equipos distintos, el organizado y atildado que puso a soñar a la hinchada con su fútbol, que solo recibió 2 goles, y que estuvo presente durante las primeras 5 fechas de liga.
El otro, caótico, con errores en su esquema, apeló al amor propio para darle vuelta a La Equidad -fallando en su intento de igualarle a Millonarios- haciendo carrera en las pasadas 7 fechas, en las que le marcaron 14 veces.
Difícil establecer el verdadero Once Caldas, ese cargado de virtudes tácticas, transiciones rápidas y potencia ofensiva, o el que tuvo que recurrir a recursos disímiles, corriendo al bulto, y con vacíos estratégicos.
Bodhert debe cuidar su discurso para evitar grietas en el camerino porque ha acudido a la descalificación de sus dirigidos, responsabilizándolos en virtud de sus yerros individuales, de lo que también supone deslices de forma.
No puede perder de vista que se debe a su nómina, máxime si fue quien la escogió, en el entendido de que el liderazgo se ejerce asumiendo como propia la derrota y como logro del grupo la victoria.
Es cierto que han existido culpas personales que cuestan goles, como también que la falta de herramientas limita el respaldo a esas equivocaciones con un grupo que está prácticamente cerrado en 13 o 14 jugadores competitivos.
Tanto, que aunque suene bonita la decisión, la oportunidad para los ‘pelaos’ se ve forzada, y así dejen buen sabor, igual queda la sensación de que no es el momento y lo ideal sería tener otro tipo de alternativas en el banco.
En Sinisterra hay un enorme potencial, su manera de pegar la pelota al pie es especial, y con una adecuada dirección será figura, mientras que otros -inexpertos e inmaduros- encuentran rápido pista, Guzmán, Palma, Carbonero y Carreazzo.
Adicionalmente los refuerzos han aportado poco. Peralta, Perea, Vanegas, Luna, Amaya e Hinestroza no convencen plenamente, a diferencia de Cabrera y Restrepo, quizá los más notorios en medio de cierta irregularidad.
Sierra, sobre quien hubo tanta expectativa no parece con perfil para actuar en primera división, mismo caso del lateral Álvarez, y los volantes de contención en fila no brindan confianza ni garantía.
El cuarteto posterior, soportado por 2 laterales discretos y centrales jóvenes -hasta que llegó Peralta- caen reiteradamente en mano a mano con los delanteros, quedando propensos entonces a cometer el error.
Aun así, y esto en defensa del Bodhert, la campaña está por encima del presupuesto, y ha sumado con números interesantes que no se veían a estas alturas en quienes lo antecedieron, particularmente el semestre pasado.
Inclusive puede clasificar si nos atenemos al hecho de que restan rivales parecidos –exceptuando Nacional y Patriotas- que transitan por aguas turbulentas, por fuera de los 8, como Tolima, Santa fe, América y Alianza.
P.D.: Siempre Fútbol en La Cariñosa 1450 A.M. -de 1 a 2 de la tarde- una nueva alternativa en la radio para los hinchas del Once Caldas, con Gabriel Fernando Cárdenas, Víctor Eduardo Pérez, Juan David Valencia, y la dirección del autor de esta columna. Los esperamos.
Hasta la próxima...
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