Mario César Otálvaro

LA PATRIA | MANIZALES

Sin delanteros, confundido en su identidad y con bajón sensible, así luce el Once Caldas que ante Rionegro buscará hoy semifinal de Liga, obligado a darle vuelta al resultado.

La pobre presentación a mitad de semana corroboró el secreto a voces, la magia desapareció y hay crisis deportiva, y se requiere de una mano salvadora que suelte ese freno.

Desde la final de Copa Águila su fútbol se tornó lento, predecible, sin alegría, sin intensidad, y la exposición en campo está lejana a la de aquellos días de gloria.

Ni la motivación de estar en cuartos, ni el amplio descanso que ha tenido, ni el traslado en chárter, lograron que el equipo reaccionara manteniendo una forma irregular.

Muchos cuidados, excesivo proteccionismo, puntos regalados en pos de una meta no lograda porque el título fue para Nacional, y ese ‘mazazo’ todavía no lo superan.

Cómo si hubiese sido el techo de la temporada, al Once Caldas se le apagó la brújula, y de ese cuadro confiable por actitud y entrega se pasó a uno nervioso e inseguro.

Más grave aún con la escasez de materia prima, a sus delanteros ‘tiernitos’ les apresuraron el proceso, y -por precocidad o por cabeza- no se han dado cuenta lo que juegan.

Carbonero y Carreazo son ‘pelaos’ que en etapa evolutiva se toparon con una oportunidad que no esperaban tan pronto, y el peso de la responsabilidad les cuesta.

La defección de Ray Vanegas, castigo a la desidia con la que encaró su recuperación, lo tiene como alternativa inviable, y César Amaya -el llamado a figurar- es displicente.

A Ricardo Steer se le abona el esfuerzo, juega de pivote, lucha, forcejea, pero nunca queda en posición de remate ni hace tiros al arco, y un nueve de esas características es poco útil.

Tan triste la situación que Bodhert -por necesidad con algo de ingenuidad- ha tirado a la guerra a Alejandro García, quien no le va a resolver absolutamente nada.

Frente a Rionegro terminó atacando con Carbonero, Alejo y Ménder, los titulares de la Sub-20 que fue eliminada por Medellín del Nacional de la categoría en Villamaría.

Ahora, el lío es que no tiene más y con ellos tendrá que revertir el 1-0 como única vía para seguir, so pena de despedirse de una competencia en la que fue animador permanente.

Bravo panorama, siendo la mente fuerte, aspecto en el que tendrá que ahondar para llenarse de motivos frente a un Rionegro experimentado y práctico, pero doblegable.

Fue la mejor opción en el sorteo e independiente de que llegue con ventaja, la oportunidad está servida al cerrar en Palogrande, donde el Once Caldas ha sido imbatible.

Resulta contradictorio -sabiendo las debilidades- pedir que pase por encima de su rival, pero son fuerzas iguales, y como se dice en el fútbol, es cuestión de recuperar la memoria.

Que Nieto salga del bache, que vuelva el Arias líder y el Rodríguez complemento, que Peralta retome el nivel, y los muchachitos entiendan la dimensión de la instancia.

O la tiran toda y alargan la competencia en semifinales por una semana o se quedan a mitad de camino, que sería frustrante así se reconozca lo bueno que ha reportado la temporada.

Lejos del descenso, con cupo internacional y luego de disputar una final, no hay duda, de que estamos frente a grandes sucesos del semestre, pero ninguno resaltaría la brillantez de una estrella tejida en la camiseta al lado del corazón.

P.D. En memoria al decano del periodismo deportivo en Colombia, el maestro Javier Giraldo Neira, propongo la instalación de un busto en sitio visible del estadio Palogrande -la que fue su casa, y en donde reinó por más de 40 años- para que su recuerdo jamás se borre.

Hasta la próxima…

Twitter: @macotal

Destacado

O la tiran toda y alargan la competencia en semifinales por una semana o se quedan a mitad de camino, que sería frustrante así se reconozca lo bueno que ha reportado la temporada.