El presidente Iván Duque ha depositado en mí su confianza para liderar el sector educativo desde el Ministerio de Educación, lo que implica grandes retos. Sin duda, uno de los más importantes es ser un ejemplo de compromiso para las próximas generaciones de colombianos. La mejor manera de lograr este propósito es trabajando por ellas, porque cada niño y joven del país tenga una vida feliz y digna que le permita desarrollarse y alcanzar todo su potencial.
Por eso, la calidad de la educación es para mí una obsesión. Lograr que la etapa escolar sea una experiencia divertida y significativa pasa por un entorno que favorezca el aprendizaje, con docentes inspiradores, espacios acogedores, buenos materiales didácticos y, por supuesto, la mejor alimentación. Por eso la importancia de potenciar el Programa de Alimentación Escolar (PAE). 
Soy una convencida de que los grandes obstáculos no se esquivan, se enfrentan, se sortean con pasión, mística y compromiso. Así, trabajando en equipo, hemos asumido el reto de cambiarle la cara al PAE y convertirlo en un programa modelo, en un complemento vital para el desarrollo educativo de nuestros estudiantes.
Para lograrlo, desde el primer día hemos trabajado en soluciones eficaces, de corto, mediano y largo plazo, que generen cambios inmediatos en el programa para dejar atrás los estigmas que ha tenido por años. 
El nuevo PAE está cimentado en cinco ejes: transparencia, financiamiento, cobertura, calidad y gestión territorial. 
En cuanto a transparencia, como dijo el presidente Iván Duque, los corruptos no tendrán posibilidades de seguir lucrándose a costa de la alimentación de los niños. Hemos planteado un modelo en el que todos seamos veedores del PAE: más de 15 entidades del Estado, padres de familia, comunidad académica y cada ciudadano del país.
Uno de los temas más sensibles es de la contratación. Asegurar la transparencia y pluralidad en este proceso es fundamental. Para lograrlo, contaremos con un referente que fije el precio base y techo, exigiremos la contratación de pliegos tipo y construiremos un banco de proveedores.
Este año a los estudiantes no les faltará la alimentación escolar. Para ellos, honrando nuestra palabra, hemos dispuesto de $50 mil millones, con los que cubriremos a 35 entidades territoriales que no contaban con recursos para garantizar la prestación del servicio en lo que resta de 2018.
A mediano plazo, el compromiso de este gobierno es garantizar la alimentación de los niños durante los 180 días del calendario escolar (hoy varía entre 90 y 140 días). En respuesta a este compromiso, el PAE tendrá un incremento del 48% en recursos en 2019. Con este dinero, aumentaremos la cobertura y así, gradualmente, llegaremos a la ruralidad, primera infancia y Jornada Única.
La meta es pasar de 5’300.000 a 5’600.000 de niños atendidos. Esperamos que al finalizar este gobierno el número de beneficiarios alcance los 7 millones.
De la oportunidad y calidad de la alimentación escolar depende el acceso y especialmente la permanencia en el sistema educativo convirtiéndose en una herramienta clave de prevención de la deserción y el bajo logro educativo. Recordemos que en la primera infancia es cuando se sientan las bases de su desarrollo físico y cognitivo.
Queremos garantizar que, durante su crecimiento, los niños reciban el componente nutricional que necesitan. Que todos cuenten con alimentos sanos, frescos y nutritivos de cada región, así como a comedores y cocinas dotados con lo necesario para cubrir su atención
El PAE puede ser una herramienta que trascienda el aula para convertirse en un motor que impulse el desarrollo de las regiones. Por eso impulsaremos el consumo de productos locales, con el propósito de impulsar la economía de cada región. 
Con nuestros aliados acompañaremos a las Entidades Territoriales para que tengan mejores capacidades en contratación y compras públicas. Nuestra meta es facilitar y apoyar la gestión de las entidades territoriales y que el PAE sea un factor determinante para el desarrollo de los estudiantes y de su permanencia en las aulas de clase.