Siento una especie de fascinación por descubrir conexiones entre situaciones y eventos que parecen estar desconectados, es como ir encontrando piezas de un rompecabezas que empiezan a encajar, van apareciendo imágenes y figuras nuevas, realmente lo disfruto y me gustaría compartir uno de estos hallazgos que considero relevante para enriquecer la conversación sobre lo que podríamos estar necesitando, para enfrentar los complejos problemas de nuestra sociedad. En su blog de esta semana ‘En río revuelto ganancia de pescadores’ “ciudadanoglobalfm”, Francisco Manrique hace referencia a algunas contradicciones de nuestra esquizofrénica realidad colombiana y a la necesidad de un liderazgo colectivo que acabe con la división, apueste al futuro, multiplique, en cambio de dividir y devuelva la majestad al ejercicio de la política.
Pensando en lo difícil que ha sido la búsqueda de la paz en el país y mirando la dramática situación de nuestros vecinos venezolanos, con un gobierno que quiere acabar con la democracia ‘a punta de garrote’, me encontré un bellísimo discurso del papa Francisco, en el 3er Encuentro mundial de Movimientos populares “movimientospopulares.org” en noviembre de 2016, con personas de distintas creencias políticas y religiosas, donde tomó las palabras del nobel de paz, Martin Luther King Jr., en un sermón de 1957 “banrepcultural.org”, para referirse al amor como una buena voluntad, comprensiva, creativa, hacia todos los hombres, la negativa a causar daño a cualquier individuo, ‘odio por odio solo intensifica la existencia del odio y del mal en el universo, si golpeo y me golpeas y te devuelvo el golpe y me devuelves el golpe y así sucesivamente, se lleva hasta el infinito, simplemente nunca termina’. Luther King dice que debe haber alguien en algún lugar con un poco de sentido, una persona que inyecte, dentro de la propia estructura del universo, ese elemento fuerte y poderoso del amor. El papa Francisco menciona las palabras del nobel y dice que necesitamos enfrentar el miedo, causado por el abuso del poder y el terrorismo, con amor; porque el miedo que hoy se alimenta en la sociedad y con el cual se manipula a los pueblos, nos debilita, nos desequilibra, nos anestesia frente al sufrimiento de otros y nos hace crueles. Interesante escuchar al Papa decir, desde su espiritualidad, que la solución real a los problemas actuales debe ser fruto de un discernimiento colectivo, que madure en los territorios y se convierta en acción transformadora, en cada lugar, tiempo y espacio.
Haciendo referencia a la solución de problemas complejos, Adam Kahane, en su libro Poder y Amor, habla de la necesidad de co-crear realidades sociales nuevas, trabajando con dos fuerzas distintas y en conflicto, el poder y el amor; para definir amor y poder se basa en las ideas del filósofo y teólogo Paul Tillich. Amor, la fuerza que reconecta e integra lo que está fragmentado; poder, la fuerza para lograr nuestro propósito, llevar a cabo nuestro trabajo y crecer; las dos deben estar presentes para la construcción de una sociedad en armonía. Interesante porque, al igual que el Papa, Kahane toma las palabras de uno de los discursos de Martin Luther King ‘el poder sin amor es irresponsable y abusivo y el amor sin poder es sentimental y anémico’.
No podemos seguir buscando soluciones simples a problemas complejos, como dijo Albert Einstein ‘No es posible resolver los problemas de hoy pensando de la misma manera que cuando los creamos’. Queremos resolver la violencia con violencia, el odio con odio, la guerra con más guerra; repetir la historia no parece una manera inteligente de encontrar nuevas posibilidades para el desarrollo de nuestra sociedad. Es hora de cambiar, no solo el discurso sino nuestras acciones; y, más importante que eso, es hora de que cada uno de nosotros, dirigentes y ciudadanos, revisemos qué tenemos en nuestro corazón, aceptemos el pasado como parte de nuestra historia y empecemos a sanar las heridas, para ser capaces de ver más allá de ellas. Citando a Luther King ‘Debemos descubrir el poder del amor y cuando lo descubramos, vamos a ser capaces de hacer de este viejo mundo un mundo nuevo, vamos a ser mejores hombres, el amor es el único camino, Jesús lo descubrió’.