El rector del Instituto Manizales, Francis Otero, se ganó el Premio Compartir al mejor rector del país. Este rector con un lema sencillo: “Si yo cambio, todo cambia”, logró darle una transformación radical a una institución educativa que por muchos años era un verdadero dolor de cabeza. 
¿Cómo se logró la evolución del Instituto Manizales? Por el lugar donde se encuentra y las realidades y complejidades sociales de la comunidad que utiliza sus servicios, el instituto se había convertido en un centro fallido de educación. ¿Cómo hicieron para que pudiera convertirse en un lugar donde se puede trabajar, donde los estudiantes asumen con responsabilidad su vida, y se construye futuro? Sencillo: orden y motivación. En efecto, lo más importante es regresarles a los jóvenes esperanza, ganas de ser mejores, de ser profesionales, de ser emprendedores. Pues bien, eso fue lo que hizo el rector con un equipo de colaboradores y con unos estudiantes que entraron en esa dinámica de mejoramiento continuo.
Esta parábola de excelencia en la educación es la que debemos multiplicar en todas las instituciones educativas del país. La educación pública puede ser mucho mejor. Si bien se requieren más recursos, y el país ha ido haciendo un esfuerzo claro y contundente a este respecto, como las nuevas infraestructuras para las escuelas, el mejoramiento del salario de los docentes que están en proceso, la formación en maestrías de los educadores públicos, lo más importante es un cambio de actitud. 
En este sentido Fecode no ha terminado de hacer el cambio de mentalidad. Fecode, como sindicato de los educadores debería tener una agenda mucho más amplia, mucho más responsable con las nuevas generaciones de estudiantes. Pero en paros como el que viene haciendo hace todo lo contrario se ve a su ombligo. En efecto, en sus reivindicaciones, muchas de las cuales son de mínima justicia con el magisterio, genera unos costos para la sociedad y en particular para los estudiantes, que son injustificados. Ahí hay un gran desbalance y parece que poco o nada les importa. De otra parte, los cambios que se están generando en el sector educativo podrían ir muchísimo más rápido y ser muchísimo más profundos, si todos los maestros se comprometieran como lo ha hecho el rector del Instituto Manizales. Ahí hay una gran deuda actitudinal de muchos maestros, que son totalmente apáticos, fríos e insolidarios. 
Los docentes son la pieza fundamental en el cambio en la escuela. Ellos tienen el papel protagónico para que el aula sea de verdad un espacio de aprendizaje, de creación, de innovación y de crecimiento para los estudiantes. 
El ejemplo del Rector del Instituto Manizales debe tocar a muchos docentes, comenzando por el mismo Fecode.