La Encíclica Laudato Si del papa Francisco puso a pensar a los empresarios. En un foro sobre el compromiso de los empresarios con el cuidado de la casa común, los presidentes de Promigas, Davivienda y Aviatur, y el expresidente de Argos y el director de la Asociación colombiana de Petróleos, puntearon temas muy importantes para el futuro del medio ambiente: la presencia del Estado como regulador, la articulación entre distintos agentes en los territorios, la aplicación creciente de la tecnología de mayor impacto positivo ambiental y la necesidad de profundizar en la formación de las nuevas generaciones.
Lo primero que señalaron es la necesidad que el Estado no regule tanto las actividades empresariales, pero que las regulaciones que existan se hagan cumplir. En este sentido consideran que los problemas medioambientales de la minería ilegal son originados en la falta de control del territorio por las autoridades.
En segundo lugar, la necesidad de pensar los territorios de manera integral, de tal manera que todos los agentes intervinientes puedan trabajar de manera articulada para que se logren cerrar círculos productivos, de tal manera que se reduzcan los desechos no utilizables.
En tercer lugar consideran que las nuevas tecnologías llevarán a cambios cada vez más rápidos y profundos que seguramente generarán mayor eficiencia ambiental. Hay una posición muy optimista, en el sentido que las tecnologías ofrecerán al hombre y la sociedad muchas posibilidades nuevas y más limpias. Y que lo que hay que profundizar es la formación de las nuevas generaciones en un mayor sentido de responsabilidad con las consecuencias de sus decisiones, para asegurar una relación más justa con el medioambiente.
A su vez, lanzaron algunos dardos muy fuertes: ¿Dónde están los ganaderos que generan buena parte de los gases de tipo invernadero? Es un debate que en Colombia se debería dar mucho más a fondo sobre la ganadería extensiva. De otra parte, sobre los combustibles fósiles no hubo consenso, pues para algunos se dará una transición de matriz energética en el país hacia una diversificación, pero que no desaparecerán. Mientras, otros sostenían que estamos en un verdadero tránsito hacia nuevas formas de energía y no una mera diversificación. El tema de los ingresos fiscales del Estado que son petróleo-dependientes quedó sobre la mesa, como una amenaza generada.
Y quedó planteada una discusión de fondo sobre la regulación del consumo, que implica también dejar de pensar únicamente en término de crecimiento del producto interno bruto como el gran objetivo del país, sino más bien, tener metas más integrales que den cuenta más de una concepción de bienestar humano.
La encíclica del papa Francisco dejó pensando a los empresarios. Y ellos mismos señalaron que uno de los problemas más serios es que faltan muchos empresarios por convertirse al tema medioambiental. Todavía faltan más aliados militantes del cuidado de la casa en común