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“Te envidio: yo nunca tendré el placer de conocerme”
Titus
Trato de intercalar el género de las series que veo, de esa manera paso de historias sombrías a otras mucho más ligeras. Aunque la comedia no ha sido siempre mi género favorito, sí debo admitir que siempre he sido seguidor de Tina Fey, a quien conocí en Saturday Nigth Live, no solo como actriz, sino como guionista, participación a la que luego le siguieron varias películas y una de las series más divertidas desde Seinfeld como lo fue 30 Rock. Años después regresó a la televisión con Unbreakable Kimmy Schmidt, originalmente para una temporada en NBC, pero comprada por Netflix y allí ya se han realizado dos y otra en proceso. Pareciera macabro el resumen de la historia, pero les aseguro que es hilarante y divertida, si lo que quieren ver es algo fresco con un toque de humor negro y con un guión muy bien escrito. En sí la serie cuenta la historia de la adaptación de una mujer de 29 años (Ellie Kemper) a la vida en Nueva York luego de estar encerrada por 15 años en un búnker por un predicador junto con otras tres mujeres. El espíritu inquebrantable de Kimmy la enfrenta jocosamente a la nueva vida que adopta, en la no mejor de las compañías: un actor frustrado que se cree una verdadera diva, una jefa de la clase alta a punto de divorciarse (Jane Krakowski), una casera con un pasado bastante sospechoso y dos enamorados: uno rico y fastidioso y otro inmigrante ilegal vietnamita. Ahí está el caldo de cultivo para que esta sea una de las sitcom más aclamadas por la crítica en los últimos años, sobre todo por estar escrita en un tono adulto sin perder la inocencia de las situaciones más absurdas que se puedan presentar ante una situación así. Tina Fey sin duda sabe cómo hacer reír y pensar al mismo tiempo, su sarcasmo se hace evidente a la hora de construir disparatados personajes, y la forma ágil con la que su humor negro queda impregnado en los diálogos, hace de esta serie un producto imperdible para los televidentes de cierto tipo, me refiero a que en momentos hay que pensar dos veces los chistes para poder entenderlos, o estar muy contextualizados para encajar con este tipo de humor.
Bajo todo ello está una mordaz crítica a los estereotipos actuales de la sociedad, la forma en que los valores han cambiado y el reconocimiento de la fuerza interior como el camino para encontrarse a sí mismo en un mundo cambiante y totalmente despersonalizador.
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