Zapping 2.0

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El apartado a Mejor actor va a dar mucho de qué hablar sin importar el ganador. Por una parte está el gran favorito de la mayoría, Rami Malek personificando a la leyenda Freddie Mercury. Innegable la entrega del protagonista de la serie Mr. Robot en la interpretación de uno de los cantantes más importantes del pasado siglo. Sin embargo, y en contra de todos los admiradores, me parece que el papel está sobrevaluado y ni siquiera por el rol de Malek, sino por la película en sí.
Bohemian Rapsody se queda en un musical blanco e impoluto que poco ahonda en la realidad de la vida de Mercury. No solo limpiaron los más oscuros momentos de la biografía del cantante, sino que adornaron otros aspectos que le restaron realidad y carne a un rol que podría ofrecer muchísimo más. Obvio que la caracterización solo daba para lograr lo que hizo Malek: lucirse.

Otro papel admirable, pero a la larga previsible, es el de Christian Bale en Vice. De alguna manera las transformaciones físicas han sido tomadas en cuenta muchas veces por los miembros de la Academia, para ello Bale es un verdadero experto, sin que ello afecte su extraordinaria interpretación en esta interesante y realista adaptación de uno de los más polémicos políticos americanos.

Si el mundo fuera justo, los académicos le darían la estatuilla a un actor formidable y a una interpretación maravillosa como la que hace en Green Book el talentoso y versátil Viggo Mortensen, de lejos una de las mejores interpretaciones de estas nominaciones e ignorado en las otras premiaciones.

Bradley Cooper hace el mismo papel de siempre esta vez en Nace una estrella, mientras William Dafoe muestra todos sus dones haciendo de Van Gogh en un papel demasiado artístico.

Sean como sean los lineamientos y valores que la Academia tiene a la hora de elegir tienen múltiples aristas, vaya uno a saber este año qué tengan entre ceja y ceja.