La “Marcha de los cascos” realizada el pasado miércoles en Manizales fue apoteósica. Ver unas fuerzas vivas reclamando justicia y protestando por los atropellos judiciales que se cometen al detener un proyecto de vivienda de inmensas magnitudes, y que tiene todos los trámites legales surtidos y aprobados, es de un gran significado social. Es la manifestación de miles de trabajadores, constructores, comerciantes, obreros y maestros de obra en pie de lucha por su defensa y supervivencia. Es la manifestación de quienes se sienten con los derechos absolutos, producto del cumplimiento del ordenamiento legal. Es la manifestación de la decencia frente a la manipulación de la verdad, y de los derechos adquiridos frente a las causas politiqueras explotadas en perjuicio de nuestra economía.
Sorprendió la solidaridad de Camacol Risaralda y Quindío que se hicieron presentes masivamente en la marcha y que, junto a Camacol Caldas, decidieron formar una línea de fuerza que proteja sus inversiones y las de miles de ciudadanos que invierten sus ahorros en vivienda, y que hoy están en riesgo de sufrir un colapso.
Pero si la presencia de estas entidades foráneas es estimulante, alentadora y motivante, la ausencia firme de los entes gremiales locales es repudiable. En esta tribuna hemos sostenido que los gremios de Caldas son entidades inútiles utilizadas por unos cuantos personajes para adquirir poder, arrogándose la representación de las fuerzas económicas de la región, pero obrando como bolsas de empleo para unos pocos. Y hoy lo confirman con su ausencia ante un problema de la magnitud económica y social que vivimos con el proyecto Tierra Viva.
Fenalco, Acopi, Andi, Cámara de Comercio, Sibarca, Alianza Suma, etc. y, por supuesto, el Comité Intergremial de Caldas, hace rato debieron haber cerrado sus filas para defender la seguridad jurídica y para proteger los proyectos de inversión de la ciudad. Hace rato debieron haberse manifestado con firmeza, decisión y contundencia en defensa de los comerciantes, industriales, prestadores de servicios y universitarios que se están viendo perjudicados por los atropellos de politiqueros, que utilizan causas seudoecológicas para victimizarse, desinformar y cercenar la verdad, y así manipular decisiones judiciales.
Pero no. Encontramos posiciones tibias y temerosas que, como siempre, pretenden quedar bien con todo el mundo, para no molestar ni molestarse, y para conservar unas supuestas buenas relaciones que, en últimas, terminan por perjudicar más que ayudar, y por desautorizar más que generar confianza. Posiciones que no trascienden por lo insustanciales y porque además son silenciosas. Posiciones que se convierten en un saludo a la bandera y que se dejan como constancia para sobrevivir, aún a costa de su credibilidad social. Prefieren conservar su statu quo, así generen una evidente orfandad que termina por deslegitimarlas.
¿O acaso la Andi y Acopi no se han dado cuenta de que el cierre de una empresa como CFC, afectará la industria que provee la materia prima para las construcciones? ¿O Fenalco no sabe que si no hay demanda de productos en los almacenes de la ciudad, ellos también tendrán que cerrar sus puertas? ¿O la Cámara de Comercio no sabe que el despido masivo de cientos de empleados afectará el comercio de bienes y servicios, y por ende a sus afiliados que pagan altísimas sumas anuales con disgusto y reticencia? ¿O Alianza Suma no percibe que muchos de sus insumos (los estudiantes) dependen de una economía activa y de que haya empleo para pagar sus estudios? ¿Y el Comité Intergremial, que se supone reúne a todos los anteriores y se arroga la vocería de la sociedad económica, no asimila que su paquidermia, tibieza e inacción la están llevando a su consunción?
Los entes gremiales no pueden reducirse a bolsas de empleo y a estar prestas solo para proponer sus candidatos a las buenas gerencias o juntas directivas de las mayores empresas de la región, y evadir sus responsabilidades cuando les toca comprometerse. ¡No! Tienen que ganarse el respeto sentando posiciones, sirviendo de apoyo a la economía y protegiendo a sus asociados de manera vehemente. De otra forma su desprestigio seguirá creciendo y su inutilidad las minimizará.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015