El 28 de octubre de 2016 ventilamos en este espacio la aparición en Manizales de unos escaparates verdes con tapa anaranjada que, de un momento a otro, invadieron andenes, separadores viales y espacios públicos. Se trataba de depósitos de basura que, por antiestéticos y aparatosos, afeaban las calles de la ciudad e interferían en muchos casos la libre circulación de los peatones. 
Dijimos entonces que esta medida, antes de traer soluciones, significaba un nuevo problema, pues en una ciudad donde la invasión de basuras nunca se había presentado, resultaba ilógico que sufriéramos la invasión de basureros. ¿Y qué vemos hoy? Una Manizales invadida de basuras, desperdicios y malos olores, precisamente en los lugares donde se encuentran los esperpentos; es decir, en cada calle, separador, andén o sitio público donde se ubicaron los escaparates ha nacido un nuevo problema de contaminación, acumulación de desperdicios y reguero de desechos, que se expande por otros lugares donde no hay presencia estatal.
Y vemos entonces a la administración municipal gastando millonarios recursos en campañas de concientización ciudadana, y a Emas impotente ante la situación que ellos mismos provocaron. Era de esperarse (y así lo comentamos en este espacio) que la improvisación para solucionar un problema inexistente provocara un caos, pues no hay sitio más expuesto a la invasión de basuras que los propios basureros. Y si a la administración le dio por convertir los espacios públicos en ellos, pues la lógica era que terminara la ciudad convertida en una cloaca.
¿Cuánto dinero se malgastó en esos esperpentos? Hemos insistido en que es más productivo emprender campañas educativas, de civismo, urbanidad y arraigo del ciudadano, que malgastar recursos en improvisaciones. Sé que mucho le duele a la administración de Octavio Cardona reconocer que es falible y que muchas de sus decisiones son inoportunas, improvisadas y dictatoriales. Pero en esta ocasión debe hacer un acto de contrición y recoger de una vez por todas esos depósitos, invertir en campañas de educación y poner en práctica el comparendo ambiental. 
Antes de esos escaparates, los ciudadanos esperaban con su basura hasta el paso de los camiones recolectores; hoy encuentran una excelente forma de deshacerse de ellas anticipadamente, llevándolas hasta los depósitos (que generalmente se encuentran llenos), causando el problema de contaminación que vivimos. Los ciudadanos exigimos soluciones inmediatas; y no es propiamente persistiendo en las causas como solucionamos las consecuencias. La solución, señor alcalde, no es victimizarse en las redes sociales, sino asumir su responsabilidad y adoptar medidas educativas, culturales y sancionatorias.

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La constructora CFC tiene los méritos suficientes para hacerse acreedora a reconocimientos, galardones y premios por su inversión constante en la ciudad y por la generación de empleo y circulación de riqueza. Pero que el Concejo de Manizales, que hace menos de un año despotricaba de ella, la repudiaba, la denigraba y la exponía ante la sociedad por ser una compañía supuestamente abusadora, despreciable y manipuladora, resulte concediéndole los más altos reconocimientos y menciones, no deja de tener un tufillo nauseabundo y pútrido. Y más aún cuando el reconocimiento se le hace precisamente por el proyecto Tierra Viva, en La Aurora, que fue motivo de serias objeciones públicas de “pulquérrimos” concejales quienes la fustigaron sin compasión. ¿Qué ha cambiado en el proyecto para el cambio de posición de esos ediles? ¿Cuál fue el motivo o a cuánto ascendió el costo de la maleabilidad de los concejales que ayer se rasgaban las vestiduras por la inviabilidad del proyecto y hoy lo exaltan? ¿Podrá haber coherencia, sensatez, transparencia, honestidad y credibilidad en un Concejo que actúa con estas bajezas? 

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Y el último: ¿Por qué dentro del control político que se supone hace el Concejo de Manizales, no se tocan las terrazas del Inem en las que se han derrochado más de 500 millones de pesos? ¿Cuál es el miedo de abordar los adefesios de la administración? ¿Quiénes han sido los beneficiarios de este elefante blanco? ¡Me gustaría saber qué tienen para decir los órganos de control!