Señor alcalde:
“Manizales, líder en percepción positiva”. “Manizales, el mejor vividero de Colombia”. “Manizales, campus universitario”. Estas, doctor Octavio, no son frases de cajón, ni espejismos, ni mucho menos producto de ilusiones vanas o de eslóganes que quieran significar algo que no somos. Por el contrario, son realidades que hoy vivimos y que tenemos para mostrar con orgullo. Y son producto de lustros de trabajo, amor, pujanza, emprendimiento, civismo y sentido de pertenencia; del esfuerzo de miles de habitantes que han creído en la ciudad y le han apostado a invertir en ella y a fortalecer su economía. Son producto de una armonía que hace que quien viva en Manizales la sienta como suya, la cuide, la mime y la respete.
Lástima que esta maravilla en sus manos, doctor Octavio, parezca tener las horas contadas. Se lo digo con el mayor respeto, pero con toda la vehemencia. Porque Usted ha desconocido las virtudes de los habitantes de Manizales y trocado sus valores. Y lo que debería ser digno de reconocimiento por el aporte al desarrollo de ciudad, hoy es mirado como objeto de alcabala; lo que debería ser conservado, alimentado, estimulado y apoyado, solo ha encontrado en Usted persecución, castigo, señalamiento, iniciativas leguleyas y explotación impositiva. ¿Le parece que esta es la forma de responder a la inversión y de incentivar un crecimiento comercial, industrial y de servicios? ¡Créame que se equivoca, señor alcalde!
Las últimas medidas adoptadas por Usted dejan mucho qué desear. Primero: presenta el proyecto de acuerdo ante el Concejo para la creación de un impuesto a la utilización comercial de terrazas y antejardines, aprovechándose del auge presentado y de las inversiones que los privados han hecho en el embellecimiento de diferentes barrios de la ciudad, que han mutado su vocación y le han dado un nuevo dinamismo a Manizales. Y en lugar de reglamentar sin gravar, grava sin reglamentar, mostrando un ánimo impositivo que terminará desangrando a quienes están establecidos y espantando a quienes quisieran establecerse. Se escuda en una orden del POT, sin decir que reglamentar no significa necesariamente crear nuevos impuestos, y que los concejos no están facultados constitucionalmente para crearlos, así se les quiera denominar compensaciones, como Usted lo hace.
Segundo: adopta el cobro del impuesto de industria y comercio para las actividades relacionadas con las profesiones liberales, escudándose en la reforma tributaria de 2016, pero sin contar que la ley faculta pero no obliga y que, en caso de adoptarse nuevas medidas, la graduación de las bases, rangos, actividades, topes y porcentajes son facultades de los concejos. Es decir, prefiere Usted que los profesionales huyan de la ciudad, a renunciar a un cobro injusto, sin estudio, improvisado y arbitrario.
Y tercero: presenta el proyecto para extender la vida de la estampilla prouniversidad, que, entre otros, beneficia a cientos de estudiantes de bajos recursos para tener acceso a la educación superior, y lo deja a merced del concejal Víctor Cortés -el más cuestionado del complejo edilicio- quien presenta ponencia negativa. No es coherente, señor alcalde, que Usted se ufane en la mañana de gobernar un campus universitario, y en la tarde se preste para que archiven un proyecto que beneficia a las universidades públicas de la ciudad. Dirá que no es su problema; y culpará nuevamente a los rectores de las universidades Nacional y de Caldas porque no fueron a rendirle pleitesía al concejal ponente, o a dejarse condicionar para su aprobación. Pero, ¿no fue Usted quien se ufanó hace apenas unas semanas de dominar el Concejo, amenazó con hacer negar el proyecto del impuesto a terrazas y antejardines, y aplicar entonces medidas legales de demolición o cerramiento? ¿Estaba “cañando” o, ahora que no le conviene, se escuda en la independencia de poderes? ¿…O será retaliación en contra del nuevo rector de la Universidad de Caldas quien, en franca lid, le ganó la elección al candidato de su partido y gabinete?
No, señor alcalde: ¡Respete a Manizales! No anteponga sus intereses personales, sus resentimientos, sus odios o su espíritu alcabalero a los intereses de la ciudad. No nos destruya de esta manera porque será algo que la historia no le perdonará.
Cordialmente,
Jorge Enrique Pava Quiceno
C.C. 10.259.699 de Manizales
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015