Lo que está pasando en Inficaldas es realmente triste, preocupante, indignante y denigrante. El desmantelamiento administrativo que está sufriendo, ligado a la incapacidad gerencial demostrada con evidencias por quien tuvo que salir obligada de su par en el orden municipal (Infimanizales), no le augura ningún futuro a una empresa que hasta hace poco venía surgiendo, renaciendo y reposicionándose en el entorno departamental y abriéndose nuevos espacios en el mercado financiero nacional.
Primero: el por fortuna saliente gobernador encargado, Ricardo Gómez Giraldo, cambia abruptamente el gerente Marcelo Mejía, sin esgrimir argumento distinto al de un fuero legal que, en la práctica, es tan espurio como su mandato, pues no es justo que haciendo ostentación de un simple encargo, tome decisiones que van a afectar el desarrollo departamental de una manera tan definitiva y, mucho menos puede ser justo que, bajo sus órdenes, se paralice una entidad que venía con un alentador dinamismo. Segundo: al llegar la nueva gerente, Luz Estela Cardona, se instaura un régimen de terror que ensombrece el ambiente laboral y llena la empresa de nubarrones autoritarios, déspotas y dictatoriales, con claras intenciones de imponer bajo un régimen administrativo probadamente negativo y fatal, un estilo que atenta contra la estabilidad y el futuro organizacional. Tercero: con la implementación de este régimen se cambian los propósitos planteados en su plataforma estructural y en su planeación, y se empieza en una racha de improvisaciones que dan al traste con la planeación estratégica y con el camino de crecimiento y desarrollo.
Las épocas del gerente egocentrista, ególatra, autoritario y déspota ya pasaron. Máxime cuando se trata de entidades donde las funciones se deben delegar y donde las cabezas administrativas necesitan visión para lo macro y no desperdiciar su tiempo en pequeñeces que entorpecen dejando pasar las grandes oportunidades por atender lo cotidiano desde la gerencia. ¿Cómo es posible, por ejemplo, que en el Aeropuerto La Nubia se tenga paralizada la caja menor porque la gerente no autoriza su reembolso, y el administrador tenga que sufragar los gastos mínimos para atender el día a día? ¿Cómo es posible que deje sin funciones al asesor de gerencia por alguna animadversión personal, o simplemente por demostrarle su poder y hacer alarde de un trato indigno, inhumano y prepotente? ¿Cómo es posible que le impida la entrada a la última reunión del Consejo Directivo al Secretario General de la entidad, cuando por mandato de la Asamblea Departamental, uno de sus derechos y funciones es asistir a las reuniones de dicho Consejo? ¿Sabrá la nueva gerente la importancia de los proyectos que se vienen manejando y tendrá capacidad para afrontarlos con fluidez? ¡Lo dudo!
Adicionalmente, ¿cómo es posible que declare insubsistente al mencionado Secretario General a sabiendas de que está protegido con la estabilidad laboral reforzada por encontrarse en el trámite de su pensión de jubilación?
¡No, doctora Luz Estela! Puede que su estilo de administrar esté dentro de su fuero personal y sea un aspecto infranqueable. Puede que se me diga que nadie tiene derecho a invadir los aspectos del ejercicio profesional de quien entra a gerenciar una empresa. Pero lamento mucho decir que, en este caso, las cosas no son así; lamento mucho decir que si las cosas siguen como van, ya no se puede considerar como cuestión de estilo o como parte del ejercicio profesional. Porque está Usted atentando contra la estabilidad de una empresa que es patrimonio de todos y sobre la cual tenemos el derecho de vigilar, revisar, cuestionar y protestar.
Una última pregunta: ¿quién va a responder el día de mañana cuando las actuaciones irregulares de la gerente trasciendan el escenario de Inficaldas y provoquen sentencias condenatorias económicas, emanadas de esos comportamientos autoritarios, déspotas, ilegales y abusivos? ¡Qué va a pasar con la marcha de Inficaldas cuando la forma absolutamente caprichosa, centralizada, mediocre y lesiva de administrar paralice del todo los procesos de la entidad?
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