Los peregrinos somos millones. Algunos famosos. El primero fue el arzobispo de Le Puy quien viajó desde Aquitania en 950, los Reyes Católicos visitan Santiago en 1488. La peregrinación en aumento lleva a que se levanten monasterios, hospitales y albergues, que se construyan puentes y caminos. Se declara el año Jacobeo (1122) y el papa Alejandro III dicta la Bula “Regis Aeterna” por la que se otorga indulgencia plenaria los años en los que el 25 de julio, día de Santiago, coincidiese domingo.
Cuando reiniciamos el camino, el fin de semana siguiente vamos a Redecilla del camino, Velorado (la capital del mueble), Villafranca y Burgos en donde pernoctamos para apreciar la catedral gótica construida por Fernando III en el siglo XIII, obra del maestro Enrique quien construyó también la de León. En la catedral están enterrados el Cid y su esposa doña Jimena. También recorrimos el Monasterio de las Huelgas Reales y sendos claustros, románico uno y gótico el otro, de gran belleza. En algunos albergues, al final de la jornada se recibe al peregrino con una copa de vino, en otros después de un reparador baño y una caña con limón buscamos un buen menú del peregrino. En Burgos, en el restaurante escogido en el menú ponían: “Aquí se trabaja con arte; aquí se trabaja con amor, pero no se trabaja por amor al arte”. En un albergue ponían: “Sí aquí vino y, no tomó vino. ¿Aquí vino?” y, en otro: “Peregrino, deja lo que puedas, toma lo que necesitas.”
Luego de un tiempo en que por religiosidad se mantiene la tradición de peregrinar a Santiago, viene la decadencia: el día de Santiago de 1867 solo llegan a Santiago 40 peregrinos. El 28 de enero de 1879 se redescubre la Urna y León XIII reconoce que los restos del apóstol han sido reencontrados. En 1982 Juan Pablo II se convierte en el primer papa que visita Santiago y con ella el resurgir del camino. En 1985, 2.491 peregrinos solicitan La Compostelana, en 1991 son 7.274 y, en el año santo de 1993, 100 mil. En 2016, 278.041 peregrinos piden La Compostelana y en 2017, 301 mil. (La Compostelana es un acta en la que se declara que el peregrino hizo, a pie, a caballo o en bicicleta los últimos 100 kmts).
En las siguientes jornadas vamos por Castrojeris, Hontanas, Boadilla del Camino, Carrión de los Condes, Sahagún, Burgo Ranero y después de caminar 10 horas y 43 kmts llegamos a León, en donde visitamos la Catedral Basílica de San Isidoro y, en una nueva jornada vamos por Villar de Mazarife a Astorga. Los caminantes se redujeron desde Santo Domingo a tres. He recorrido 602 kmts y debo regresar a Colombia, por lo que solo Soffy y Olga terminarán el camino. Fueron días felices y privilegiados, recorrimos Navarra (Pamplona), La Rioja (Logroño), Castilla y León (Burgos, Palencia y León) y finalmente Galicia, vimos sus amaneceres y atardeceres, sus paisajes, respiramos el aire de esas tierras y su costumbres, bebimos sus vinos y contemplamos sus catedrales, templos, monumentos, puentes y caseríos.  
Casi 20 años después, el 29 de marzo de 2018 recorro a pie los últimos metros y entro a Santiago como peregrino, acudo a la catedral, visitó la tumba del apóstol Santiago, paso la mano por el pórtico de la gloria, para volver y luego voy a que me sellen mi credencial de peregrino que completa 24 entradas a los albergues. La plaza está llena de peregrinos que celebran, me uno a ellos y exultante bebo del vino que me ofrecen, luego recuerdo a mis compañeras y el camino recorrido, contemplo la catedral y respiro el aire de Santiago lleno de satisfacción por una aventura inolvidable que merece vivirse.