En este país recibimos máximo cada dos días noticias espeluznantes que nos hacen estremecer hasta la médula de los huesos. Lo que viene aflorando en relación con los bandidos de la multinacional Odebrecht sobrepasa todos los escándalos que podemos soportar, y eso que estamos solo al principio de una tormenta que tardaremos mucho tiempo en asimilar. Comencemos por reconocer que el concepto que teníamos una gran cantidad de colombianos del Fiscal General, Néstor Humberto Martínez, tanto por sus ancestros como por su comportamiento a lo largo de su vida pública, demostró ser un hombre ecuánime, recto y valiente en su profesión de jurista.
Y no voy a cometer el grave error de condenarlo antes de que las autoridades encargadas de repartir justicia den su fallo definitivo y sepamos la verdad de lo sucedido con la empresa brasilera y se hayan confirmado sus actuaciones. Pero tenemos que reconocer que todos estos hechos tienen al Fiscal muy cerquita de un gigantesco desastre en su, hasta ahora, bien ganado prestigio.
Odebrecht ha dejado una nauseabunda estela de corrupción no solo en Colombia sino en todos los países en que ha operado, arrastrando acá a personajes que considerábamos los mejores representantes de una clase dirigente que reflejaba una imagen de rectitud que envidiaban nuestros vecinos.
Nadie hubiera pensado que personas con un prestigio tan grande, por haber encabezado con gran éxito campañas presidenciales, por dirigir un importante bufete de abogados, por haber ocupado altas posiciones en varios gobiernos se dejaran llevar por la sucia ambición, dejando por el suelo nuestra honra por los niveles de corrupción como los que estamos viendo.
Ante la incertidumbre que nos abrumada, esperamos que las autoridades obren rápidamente, pues entre más tarden, peores las consecuencias que padeceremos.
Ya llegamos al extremo de la muerte, aún por esclarecer, de dos distinguidos miembros de la sociedad, lo que nos tiene con los pelos de punta por la forma como se produjeron los hechos. Esto tiene que aclararse antes de que lleguemos a situaciones irreversibles.
P.D.: El hombre es un ser masculino que durante sus primeros nueve meses de vida quiere salir de un lugar al que después intentará entrar el resto de su vida.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015