En el Coram se describe el paraíso como un edén rico en una vegetación hermosa y exuberante.
Allí se disfruta de la belleza de las flores y las plantas, el encanto del agua y todo lo hermoso que ofrece la naturaleza.
Lo interesante es constatar que es lo mismo que narran los que ya partieron cuando se comunican desde el más allá.
Dicen que en el cielo o La Luz admiran todo lo hermoso de acá, pero siendo allá más espectacular y seductor.
Recordemos que no hay muertos, que la vida sigue y que lo que llamamos muerte es solo un cambio de vida y de dimensión.
Para los espíritus es fácil comunicarse con los videntes y con los niños que son seres puros y llenos de confianza.
Cristina de 6 años charlaba con su abuelo y jugaba con él ante el asombro de la mamá y de la abuela.
Un día, para que creyeran les dibujó al abuelo con alas y con un corazón entre ella y él. Muchos niños ven a los que ya partieron.
Lee más en mi libro Muerte un paso a la vida.
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