259 personas murieron entre 2011 y 2017 tratando de tomarse una selfie en situaciones extremas.
Son datos de un estudio global de 2018 de investigadores de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Los “loquitos” buscan cimas de montañas, edificios altos y lagos, donde se produjeron muchas de las muertes.
En julio Gavin Zimmerman, un joven de 19 años, falleció tomándose selfies en un acantilado en Nueva Gales del Sur, Australia.
Tomer Frankfurter murió en el Parque Nacional Yosemite, en EE.UU., en septiembre, cayó 250 metros por tomarse un autorretrato.
Los incidentes están en aumento: en 2011 se registraron solo tres casos, pero esta cifra subió a 98 en 2016 y a 93 en 2017.
Se cree que el número real de muertes es mucho mayor ya que esta no es la causa que se registra como razón de la defunción.
De verdad que los seres humanos somos sorprendentes, somos una incógnita cuando actuamos sin consciencia.
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