Un ser sin ideales es como un barco sin rumbo, es un alpinista sin sueños o un artista sin lindas imágenes en su mente.
Un ideal es mucho más que una meta porque se identifica con la Misión de tu vida, y esta tiene que ver con el amor.
Sólo cuando cultivas grandes ideales o sueños, tienes impulso y esperanzas, energía y ganas de vivir.
Hablando de un ideal decía el pensador Edgar Cayce: “El Espíritu es la vida; la mente, el artífice, lo físico, el resultado”
Este Maestro espiritual, nacido en Estados Unidos, sugería a sus discípulos un ejercicio que conviene aplicar:
Separa en una hoja tres columnas con estos títulos: 1 Mi ideal espiritual. 2 Mi actitud mental. 3 Mis actividades para cambiar.
Pongamos que eliges como ideal o sueño una de estas tres cosas: perdonar, ser paciente o mejorar en el amor.
Identifica qué actitudes mentales necesitas cultivar y las acciones que vas a realizar para lograr tu ideal. Luego actúa. Ánimo, vale la pena.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015