Una de las fallas más graves del ser humano es dejarse manejar por su ego soberbio y, así, caer en estos errores:
Controlar: el orgulloso pretende manejar a los demás y que ellos se plieguen a sus caprichos y su voluntad de dominio.
Competir: El soberbio siempre quiere ganar, no acepta derrotas y, es incapaz de lograr acuerdos de ganar-ganar. No sabe perder.
Dominar: El ego impulsa a presionar a los otros para que se inclinen, se sometan y sean como fichas del ser arrogante e impositivo.
Manipular: El soberbio busca ardides o estratagemas para imponer sus gustos, y su falta de ética lo lleva a servirse del engaño y el temor.
Someter: El orgulloso y el egoísta solo están bien cuando se hace lo que ellos quieren: tener a su lado ovejitas dóciles y sin carácter.
Tener la razón: Con ego te sientes dueño de la verdad y no aceptas que solo tienes tu parcelita de verdad. Nunca la verdad, solo tu verdad.
Si reconoces varias de estas actitudes en ti ya sabes por qué no disfrutas de buenas relaciones, eres infeliz y los demás no te aman.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015