No dudo de las enormes ventajas y privilegios de vivir en Manizales. No obstante, considero que debe llenarse de contenido el gentilicio Manizaleño o Caldense, mediante una juiciosa y dedicada labor que permita fortalecer nuestra identidad cultural, a partir del conocimiento y diálogo sobre nuestra propia historia. No en vano, la edición de LP del pasado 18 de junio, hizo un llamado de atención sobre la necesidad de “desempolvar la clase de historia”. En este artículo, se hizo alusión a la plausible Circular 123 de mayo del presente año, proferida por la Secretaría de Educación de Caldas y orientada a la institucionalización y recuperación de la enseñanza de la historia. Sin embargo, la apropiación y difusión de la historia regional, no es una obligación exclusiva de las autoridades o de la academia, sino de la sociedad misma y de cada uno de nosotros como ciudadanos deliberantes. Muestra de ello, el papel protagónico que en el año 2015 tuvo el Concejo de Manizales, junto con las universidades, el sector empresarial y el llamado tercer sector de la economía del municipio, en la creación de la primera Cátedra de Historia Regional de Manizales en homenaje a Bernardo Arias Trujillo. En esta oportunidad, a partir del mes de julio y hasta diciembre, nuevamente el empuje y compromiso de los rectores del Sistema Universitario de Manizales SUMA con la identidad cultural, de la mano de autoridades como el Concejo de Manizales, la Gobernación de Caldas, las Alcaldías de Manizales y Riosucio, los gremios y un número importante de empresas públicas, privadas y sin ánimo de lucro, le apuestan a la segunda cátedra de Historia Regional en memoria al ilustre riosuceño Otto Morales Benítez, la cual se llevará a cabo en el auditorio de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Caldas, bajo la coordinación académica del ilustre historiador y amigo Albeiro Valencia Llano. Con la presencia de Olimpo Morales Benítez, hijo de “Don Otto” y miembro de la Academia Colombiana de la Lengua, se dará apertura a este formidable encuentro, donde las ponencias serán recopiladas en un libro que será entregado a los asistentes para la preservación en el tiempo de las ideas. Entre otros grandes temas, los ponentes invitados, disertarán sobre las tradiciones funerarias del siglo XIX; las sociedades de mejoras públicas de Manizales y Pereira en la primera mitad del siglo XX; los aportes de la revolución rusa a la educación de la región; la historia de las ideas conservadoras en el departamento, donde sin duda se hará alusión al padre Antonio María Hincapié, de quien se dice era el que mandaba en Marquetalia; la visión historicista de los escritores caldenses; la gastronomía caldense (como para chuparse los dedos); el tango y la convivencia en Manizales, para saber que Gardel murió en Medellín, pero vive en Manizales; los Quimbayas; el Paisaje Cultural Cafetero; la educación superior; el voto de la mujer en el plebiscito de 1957 y una sesión en Riosucio para conocer sus aportes al desarrollo de la región. Gracias al acompañamiento y apoyo de estas organizaciones, es que se mantiene la idea de un proyecto abierto, libre y gratuito para todos los ciudadanos, estudiantes y profesores de la región. De esta manera, mientras el Congreso de la República algún día vuelve y retoma el tema de la enseñanza de la historia, Manizales y Caldas se anticipan y asumen con responsabilidad sus retos y desafíos frente a la necesidad de fortalecer la democracia desde lo local. No basta con querer la región, es necesario conocerla con criterio. Así las cosas, ¿cuánto es su nota en historia regional?