En “Acorralados por la corrupción”, hice preguntas a un funcionario público, Isdrúbal Arengas. Las preguntas eran puntuales. No hice acusación, esperando la respuesta del funcionario de la DTSC.
El fisioterapista Arengas vino a este municipio; por una odontóloga, solicitó ser escuchado. El único que podía responderle era yo. Preguntaron que si lo recibía y acepté.
Raro. Solo 3 personas de las que he escrito en casi 30 años, se han puesto en contacto conmigo. Mauricio Lizcano, telefónicamente para decirme que yo estaba mal informado, que quería hablar conmigo. Quienes lo rodeaban hacían ruido, tapaba la bocina, que lo dejaran hablar, utilizando insultos de verdulera. Al final de su amanerada cortesía, le pregunté si tenía bien tapado su celular, porque escuché los epítetos con que se refería a mí, a cual peor, lenguaje de Bronx. Conmigo no tendría posibilidad de conversar.
Cuando escribí sobre la DTSC, llamó el químico, para que no escribiera sobre él. Le explicaron que yo no pedía opinión para escribir, que no podían hacer nada. Ahora en visita personal vino Isdrúbal. Grabé la conversación, no es ilegal, yo soy interlocutor. Fue decente y educado. Insinuó que yo lo conocía bien, cuando en no más de 3 ocasiones nos hemos cruzado y no hemos hablado de nada, porque ni soy su amigo, ni su enemigo.
No me desvelo pensando en qué coartada hacerle a alguien que no me agrade, sea incorrecto, ladrón, inescrupuloso, cínico, defraudador, o delincuente. Escribo sobre muchas personas a las que no conozco, de las que tengo información, que corroboro. Esta no es una columna de chismes, es una columna de opinión.
De la conversación salieron a flote varias cosas destacables. Que no pensaba venir, tenía orden de Guido Echeverri para contestar. Le dije que lo podía hacer sin problema.
Tendría respuestas en la que no haría preguntas, sino acusaciones. Con el principio de “Negro sobre blanco”, porque lo escrito, escrito está.
Que cómo lo acusaba de tener un contrato ilegal con Cosmitet. Yo había preguntado si sabía quién lo tenía. Su pregunta era respuesta suficiente. El contrato lo tiene él. Dice que es legal, lo tiene hace 10 años, en la DTSC trabaja hace 3. Que tiene conceptos de abogados.
Está equivocado. Hay normas claras; un servidor público, no puede ganar 2 ingresos de entidades del Estado o que reciban presupuesto estatal, ni puede contratar con el Estado. Esa conducta se podría acomodar al artículo 408 del CP (violación al régimen legal o Constitucional de inhabilidades e incompatibilidades), dada su calidad de servidor público. La Ley 80 de 1993 dice: “los servidores públicos son inhábiles para contratar con el Estado”. Cosmitet presta un servicio público, salud del magisterio, con un contrato con el Estado, eso les confiere la calidad de servidores públicos.
Si el contrato lo tenía hacía 10 años, estaba inhabilitado para posesionarse en la DTSC. Visos de ilegalidad por punta y punta.
Es inhabilidad consagrada en la Constitución y la ley, es antiético, no puede contratar con Cosmitet, controlado por la entidad en que trabaja. Tengo convicción moral viola la ley. La Procuraduría debe iniciar de oficio investigación, llevarla a término, y tomar acciones. Afirmó que en el contrato con el Inpec, solo fue intermediario de su amigo, Francisco González, sin recibir retribución alguna, que no había recibido un carro como dádiva. El mecánico dental dio el 50% a una clínica odontológica que abrió sede provisional en Manizales. Atendió con odontólogas remuneradas por servicios, en varias cárceles del Departamento.
¿Puede la DTSC tener un funcionario que ayude a un amigo para obtener contratos? Puede no ser ilegal, pero es inmoral. Como funcionario público tiene límites éticos que le impedían hacerlo. Su función no es esa. La DTSC está para controlar a los prestadores de servicios de salud, no para orientar contratos o sugerir convenios. Es ente de control. A él le parece prístino, a mí me parece una vergüenza. Debe ser investigado de oficio por la Procuraduría. Si se comprueba que hubo sobrecostos injustificados, deben investigar.
Finalmente habló de las ayudantías en cirugía, reconociendo que era el que las hacía, negando que las hubiera hecho en el Hospital San Félix. Son completamente ilegales. ¿Dice la verdad o miente? Si miente, para eso está la ley, actividades prohibidas para personas que no tienen formación médica.
Señor gobernador, tiene razón, debe dar explicaciones públicas sobre lo denunciado, cuando reconoce que la persona por la que yo estaba preguntando, era él mismo.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015