Parece vulgar, pero no lo es. Está en boga por el acto de Antanas Mockus, posesionándose como senador. Se volvió “viral” en redes, periódicos y noticieros. Criticado por muchos, sí, pero por muchos menos de los que lo han replicado, como gesto de repudio a la clase política. Impactante, hizo pasar desapercibidos los 64 trinos compulsivos que Uribe escribió, mientras el presidente Santos daba su último discurso en el Congreso instalando el nuevo ciclo legislativo.
Los políticos han manifestado su rechazo al acto simbólico. El nuevo presidente del Senado, Ernesto Macías, envió un mensaje en Twitter: “Estamos revisando si se disciplina a Mockus”, mal escrito, pero entendible, sabiendo es personaje de bajísima estofa, sin bagaje cultural, sin instrucción, algo que debía ser inaceptable en un congresista. Es que además de ser educado, honesto y culto, debería tener un mínimo establecido de instrucción para pertenecer a ese recinto, que ellos dicen es sagrado, aunque lo hayan convertido en un verdadero antro, donde se reúnen no pocos, muchos parlamentarios indecentes y deshonestos.
Francisco de Quevedo y Santibáñez Villegas, escribió en el siglo XVI, “Gracias y desgracias del ojo del culo”, dirigido a “Doña Juana Mucha, montón de carne...” (Biblioteca Nacional de Madrid). Sátira vigente en este país de mierda.
“Quien tanto se precia de servidor de vuesa merced, ¿qué le podrá ofrecer sino cosas del culo? Aunque vuesa merced le tiene tal, que nos lo puede prestar a todos. Si este tratado le pareciere de entretenimiento, léale y pásele muy despacio y a raíz del paladar. Si le pareciere sucio, límpiese con él...
No se espantarán de que el culo sea tan desgraciado los que supieren que todas las cosas aventajadas en nobleza y virtud, corren esta fortuna de ser despreciadas de ella, y él en particular por tener más imperio y veneración que los demás miembros del cuerpo... además de que hablaremos que es más necesario el ojo del culo solo que los de la cara; por cuanto uno sin ojos en ella puede vivir, pero sin ojo del culo ni pasar, ni vivir.
Filósofos y anacoretas que, para vivir en castidad, se sacaban los ojos de la cara, porque comúnmente ellos y los buenos cristianos los llaman ventanas del alma, por donde ella bebe el veneno de los vicios. Por ellos hay enamorados, incestos, estupros, muertes, adulterios, iras y robos. Pero ¿cuándo por el pacífico y virtuoso ojo del culo hubo escándalo en el mundo, inquietud ni guerra? ¿Cuándo, por él, ningún cristiano no aprendió oraciones, anduvo con sinfonía, se arrimó a báculo ni siguió a otro, como se ve cada día por falta de los de la cara, que expuestos a toda ventisca e inclemencia, de leer, de fornicar, de una purga, de una sangría, le dejan a un cristiano a buenas noches? Pruébenle al ojo del culo...que ha marchitado hierbas y flores, como lo hacen los de la cara, mirando lo ponzoñosos que son... ¿Cuándo se habrá visto que por ser testigo de vista hayan ahorcado a nadie por él, como por los de la cara, que con decir que lo vieron forman sus calumnias los escribanos?... ¿Cuándo se ha visto que en las irregularidades se metan con el ojo del culo?...
Los nombres que tiene juzgarán que no tiene misterio. ¡Bueno es eso! Dícese trasero, porque lleva como sirvientes todos los miembros del cuerpo delante de sí, y tiene sobre ellos particular señorío. Culo, voz tan bien compuesta que lleva tras sí la boca del que le nombra...
Si miramos su ocupación, es hacer lo que ninguno nunca hizo ni pudo: pues en este mundo todos hemos menester a otros para ser proveídos: el alguacil al corregidor, el corregidor al oidor, el oidor al presidente, el presidente al rey. Pero el culo se provee a sí mismo y aún en el presidente, servidor por otro nombre...
Mas volviendo al culo, ¡qué de firmas de grandes señores ha iluminado! ¡Qué papeles de los más íntimos amigos no ha visto! ¡Qué de libros de los hombres más doctos ha gastado!... ¡Qué de procesos importantes ha manchado!...Y al fin le han servido de limpiadera las mejores y más hermosas manos del mundo, según aquel: La mano de marfil es muy forzoso, que al culo de su dueña haya llegado...”.
Esa es una sátira que identifica nuestra realidad política, nuestra cotidianidad. Mientras tengamos esta sociedad polarizada, estos dirigentes sin valor pero con precio, no pasaremos de ser un país de mierda, en el que todo vale un culo... (Si quiere leer la sátira completa, https://goo.gl/images/X2nUR2)
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