Me dicen que hay película basada en este libro. Advierto que no la he visto y supongo que debe tener pasajes igual de tristes como los que tiene esta novela del afgano Khaled Hosseini, un duro relato sobre los desastres que desencadenan las malas decisiones o la inacción de los pusilánimes.
Quiero empezar por decir que Cometas en el cielo es una historia que muestra que ese mundo musulmán, en Asia, que en principio parece tan distinto al que nosotros conocemos en esta parte, es más parecido al nuestro de lo que podríamos pensar.
Se trata de un país en el que la fe tiene mucho que ver en su devenir histórico, como en Colombia; que tiene un conflicto interno muy complejo, que se exacerba por épocas, como en Colombia; que ha sufrido la emigración de miles de sus habitantes por cuenta de las guerras, como en Colombia; en donde los niños son víctimas de los peores crímenes, como en Colombia; y en donde a pesar de todo eso, los habitantes saben saquerle humor a cada una de sus tragedias, como en Colombia. Entre otras similitudes, sin decir con esto que somos iguales, obvio que las diferencias culturales son marcadas, pero la huella de las violencias puede hacernos muy parecidos.
De hecho, me llama la atención que hablan de un personaje, el mullah Nasruddin, que puede ser como nuestro Cosiaca, ese al que le pasan todas las cosas terribles, ese que encarna el humor de una región o de un país y que sirve para hacer chistes de toda clase. Ese que es la caricautura ideal para hacer cómica nuestra propia tragedia. Así de semejantes somos.
Hay juegos que "no tienen reglas, sino tradiciones", nos dice el autor, y así nos muestra que hay normas que se hacen con el tiempo y que entre los pares vale un gesto para hacerlas entender y respetarlas sin necesidad de que haya un manual que así nos lo indique.
Esta novela trata de la culpa, ese sentimiento que catalogo como entre los peores que puede carcomer a un ser humano. He visto a personas consumirse cuando la llevan por dentro, por eso el relato se resume en una frase, que más o menos trata de que la única manera de lograr la redención de un pusilánime es cuando logra que ese sentimiento desemboque en bondad, y es lo que el protagonista de esta obra intenta resarcirse con la vida.
Es una novela muy bien escrita que nos da también una lección. Ha hecho carrera últimamente en libros mamotréticos el contarnos las cosas una y otra vez. Se cree que para que el lector entienda algo que se refirió antes hay que repetirlo en sus detalles. Hosseini, a pesar de que cada tanto tiene que volver a hechos anteriores, solo los contextualiza, nos hace un guiño o nos lo resume y no tiene que dedicar párrafos enteros a repetir lo ya sucedido. Valdría la pena que otros superventas aprendieran de él
Claro que es una historia dura, triste, como la de los niños víctimas en la guerra, pero también al final se asoma la esperanza, en la sonrisa insinuada en un rostro de un pequeño que ha sufrido los peores vejámenes que puede sufrir cualquiera.
En frases
* Es imposible amar a una persona así sin tenerle también miedo, tal vez incluso sin odiarlo un poco.
* Poseía una voz que me evocaba la leche caliente con miel.
* Un muchacho que no es capaz de defenderse por sí mismo se convierte en un hombre que no sabe hacer frente a nada.
* Sabía que era mejor ser mentiroso que descortés.
* En Afganistán hay muchos niños, pero poca infancia.
* El silencio es pulsar el botón de off. Apagarlo. Todo.
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