Bitna llega a Seúl para entrar a la universidad, pero sus padres no son pudientes y debe alojarse en donde una tía. Para buscar escapes de esa casa en la que la tratan como a la criada se refugia en la librería y es allí en donde empieza a expandir su mundo con los libros que lee y con el señor Pak. De pronto recibe una oferta: contar historias a Salomé, una chica rica, pero con una enfermedad que la extingue lentamente.
Bitna bajo el cielo de Seúl es la más reciente novela del francés ganador del Premio Nobel de Literatura en el 2008 Jean Marie Gustav Le Clézio. Nos habla de cómo el arte de inventar historias, por mucho que se intente que sea mero producto de la imaginación, no puede contra el subconsciente que hará de las suyas para tejer lazos con la realidad. Y a veces este proceso nos deja expósitos.
La maestría del autor hace parecer la obra por algún momento un trabajo de taller literario, pero en la medida en que las páginas pasan, se descubre que intenta delinear la personalidad insegura de una joven que va descubriendo la libertad de vivir sola, la responsabilidad de velar por ella y la obligación para con los otros. Además, el entrelazamiento de las historias inventadas, entre palomas, historias de libertad, alguna de abuso, y de un asesino. Varias formas de la fábula a lo oscuro, nos muestran al maestro en toda su dimensión.
Porque Bitna es un misterio, una joven de mente creadora, y al tiempo capaz de ingeniársela para ahorrar hasta el último céntimo en busca de no ceder a las peticiones de otros, pero la realidad es dura, sobre todo en las grandes ciudades para una chica que viene del campo.
Si algo tiene la narrativa de Le Clézio es que apenas nos abre los entresijos para que seamos nosotros, los lectores, quienes terminemos de ver por allí la historia que se quiere contar. Apenas nos insinúa, nos va dejando las migajas para entender que hay mucho más de lo que se lee.
En el intermedio de las historias pasa la vida de Bitna, que empieza a entablar relaciones ya lejos de su familia, pero al tiempo requiere sobrevivir. Salomé parece fácilmente descifrable, una persona a la que odia a ratos porque lo tiene todo, pero también le genera compasión, según la ocasión. A veces se entusiasma en contarle sus historias, pero en otros momentos quiere torcerle el pescuezo al final para ver si hace sufrir a su oyente. ¿Quién depende de quién? Descúbralo usted mismo, amigo lector y #HablemosDeLibros.
* "Es de pueblo, no sabe nada de la ciudad".
* No entiendo a esas chicas que se quejan de no tener amigas y de sentirse solas. No saben lo felices que son.
* Está deseando saber más, porque una mentira siempre oculta una verdad.
* La felicidad no existe. Tan solo algunos sueños, algunas palabras.
* Esta gran ciudad, donde solo cuentan el tiempo presente y el mundo de los vivos.
* Es un hombre como muchos hombres: coge lo que desea y luego se marcha sin mirar atrás.
Nos habla de cómo el arte de inventar historias, por mucho que se intente que sea mero producto de la imaginación, no puede contra el subconsciente que hará de las suyas para tejer lazos con la realidad.
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