En el diplomado El arte de escribir y de expresarse bien, que dictan la Universidad de Manizales y LA PATRIA y del que soy profesor, hice el ejercicio en la primera clase les pregunté a los asistentes cuál era su palabra favorita y cuál la que más les molestaba. Varias de las mencionadas me llamaron la atención, para bien y para mal. Hubo una que me quedó sonando y volvió a mi mente cuando me encontré con el libro del que les hablo hoy: La perra.
Perra fue la palabra que una persona que asiste al diplomado dijo que le chocaba más. ¿Como insulto?, le pregunté. Y me dijo que sí. Por supuesto, que como insulto es una mala palabra, pero decir perra es apenas un sustantivo que denomina al femenino del perro. No obstante, las relaciones de los hablantes con las palabras tienen mucho que ver con cada uno y sus cadaunadas.
El libro trata precisamente de la relación de una mujer con su perra, la que crió, malcrió y odió. Pilar Quintana nos lleva a un lugar de gente humilde, un paraje al que solo se llega en lancha y que se establece en un arrecife en el Pacífico colombiano. Si alguien necesita algo lo busca en Buenaventura, a horas de mar.
Todo empieza como un relato simple sobre gente simple, pero como dicen las abuelas, la procesión va por dentro. La trama empieza a ahondar en la psicología de los personajes, incluidos de los perros, y entre estos la perra. La prosa es impecable y se van desanudando los misterios.
Rogelio es el esposo de Damaris, la protagonista, un hombre que la ama, que sobrevive apenas, pero esa relación va siendo víctima de algo peor que una traición, el tedio.
En esa historia de seres simples, la autora nos muestra cómo nos cambian a los seres la culpa, el miedo, la rabia y estos se traducen en violencias, pero no la que estamos acostumbrados a leer en un país violento, no. Las que vienen de adentro, las que de pronto revientan en los seres de maneras que no percibieron poder cometer y de las que se arrepienten cuando ya no hay tiempo para ello.
La carga que pesa sobre una mujer que va viendo cómo no puede tener hijos, algo que anhela, pero que parecen reprochárselo a su alrededor. Qué bonita novela es esta. Vale la pena que la lean y vean cómo esa relación entre los mejores amigos que se puede tener con un perro, puede terminar de la peor manera como inicio de la caída total, si hay una traición de por medio.
Una demostración de que hay muy buena literatura hecha por mujeres, que vale la pena ser leída en este país, más allá allá de ismos, sino de calidad literaria. Hombres y mujeres escribiendo de la mejor manera.
Algunas frases
* El cielo y el mar eran una sola mancha gris y la humedad en el aire era tanta que un pescado habría podido seguir viviendo fuera del agua.
* Rogelio la escuchó sin decir palabra y luego la abrazó. Estaban en la cama, por lo que el abrazo fue con todo el cuerpo y así se quedaron dormidos.
* ...a la mañana siguiente se rio de sí misma, pues ya había cumplido cuarenta, la edad en que las mujeres se secan.
* La lluvia era siempre tan fresca y limpia que parecía purificar el mundo, pero en realidad era la responsable de que todo estuviera cubierto por una capa de moho.
* Aunque parecieran felices, eran recuerdos horribles, porque siempre la llevaban al mismo lugar.
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