Cuando crees que las cosas no pueden ir peor, te das cuenta de que ese es un engaño de tu mente, con el fin de falsear tu realidad. Antonio García Ángel nos lleva por una novela al estilo kafkiano, en el que el protagonista es un ser al que todo le saldrá mal.

El personaje se despierta un día y aunque no amanece convertido en un insecto, se da cuenta de que sus zapatos no le calzan, que sus pies crecieron en la noche y que no hay manera de que pueda usar el calzado que tiene. Empieza entonces a buscar respuestas, pero antes debe comprar zapatos con tallas más grandes, unos reebook chiviados son la solución, por un par de semanas.

La soledad del personaje, un enfermero al que siempre le echan en cara el no alcanzar para ser médico, tiene su trabajo en un centro de llamadas, en el turno de la noche. Debe autorizar exámenes, enviar paramédicos o ambulancias, según la necesidad de quien llame. Claro, o negar el servicio. ¿Dónde podría tener un trabajo más deprimente alguien que en un call center?, se preguntó el autor -parafraseo-, cuando conversé con él en la pasada Feria del Libro de Manizales sobre este y otras de sus obras. Él quería un personaje al que todo, absolutamente todo, le saliera peor de lo que se podría imaginar. Y lo logra.

Este libro es también una guía de algunas rutas para tomar Transmilenio. Resulta una novela muy bogotana, pues nos va llevando por sus calles, por sus trancones, por sus caserones venidos a menos y convertidos en instituciones para atender ancianos o para montar cualquier otra cosa.

El miedo a repetir la historia del papá, que termina solo, al que nada le parece. El problema es que la historia viene con un agravante, las herencias genéticas se manifiestan antes de tiempo y se vislumbra una esquizofrenia, que cuesta reconocer.

El trabajo, el amor se complican cada vez más, mientras la posibilidad de cumplir los sueños se pierden. Una novela moderna, que se lee rápido, más por la ansiedad de qué pasa con el personaje, que porque el autor así lo pretenda. Si alguien quiere saber lo que es la narrativa moderna colombiana, aquí encontrará un buen ejemplo para empezar a meterse en ella. Fíjese en la portada, la imagen es un buen abrebocas sensitivo de lo que encontrará adentro.

En frases

* Las terminales encendidas, el aire estancado y la cantidad de gente convertían el call center en un galón de gallinas.

* Era bonita según el ángulo desde donde se viera, o quizás era fea con sus momentos de belleza.

* Tuvo la fortuna de encontrar un puesto junto al fuelle por donde se contorsionan los transmilenios.

* De fondo, cada tanto, se oían, secos, agudos y metálicos, los mordiscos del cortaúñas.

* Encontró hormigas en la pared y en la cama. Se sintió impotente, angustiado, y pensó en que debería cambiarse de casa.

D E S T A C A D O

Él quería un personaje al que todo, absolutamente todo, le saliera peor de lo que se podría imaginar. Y lo logra.