Terminé de leer Nuestra guerra ajena el pasado domingo. Al día siguiente revisaba todos los periódicos del fin de semana y me encontré con este titular en el diario El Espectador: Un buque para proteger la Amazonia. Y solo pude sonreír lleno de miedo. La conspiración se concreta. Este buque es producto de un acuerdo militar entre Colombia, Brasil y Ecuador para proteger el pulmón del mundo.

Y ahí sí que me lo tomé en serio. Yo, un descreído de las teorías de la conspiración me encuentro con un libro que es todo eso y mucho más, entre lo que cuenta que Estados Unidos pretende apoderarse de la Amazonia, y luego leo lo otro. Todo porque este barco forma parte de la estrategia en la que Colombia, entre otras, participó en acciones conjuntas con la OTAN. Si eso no es conspirativo del destino, no sé qué lo sea.

Este libro de Germán Castro Caycedo empieza a hablarnos de los excesos estadounidenses en Vietnam, de los soldados asesinos que enajenados por el consumo excesivo de marihuana cometieron todo tipo de felonías en el país asiático, sin que hubiera mayores responsables. Poco a poco, pasando por varios episodios históricos se va acercando a la historia nuestra. De cómo las operaciones antidrogas están a cargo de un poco de mercenarios, muchos de ellos y sin ningún interés distinto por el país que ganarse unos dólares, acostarse con prostitutas colombianas y meter mucha droga. Son privados, por tanto nadie tiene muy claro de quién dependen, pero a veces hasta ordenan en las bases militares colombianas.

Se trata de un libro mucho más cerca del ensayo que del informe especial al que nos tiene acostumbrados el maestro del periodismo de investigación, que ha escrito casi una veintena de libros de hondo calado periodístico.

Encontramos en este texto un poco de Con las manos en alto, tal vez el libro que a mí más me gusta de él, y también de El Karina, de sus más famosos. De hecho se cita a sí mismo en algunos pasajes para tratar de redondear la ideas.

Mientras lo leía y esperaba para escribir esta reseña. Varios compañeros periodistas pasaron por mi lugar de trabajo y lo ojeaban. Cuando leían la Presentación, quedaban prendados y me hacían prometer que se los prestaría. En esa página, en tres cortos párrafos, el autor dice de entrada que Editorial Planeta se negó a publicar este libro, a pesar de que ya le había publicado 15 antes. Reconoce allí mismo que la nueva dirección de la editorial decidió publicarlo. Eso es suficiente para tentar a cualquiera que le guste el buen periodismo y más si sabe que esto lo dice un maestro del oficio. Yo mientras tanto sigo haciendo conexiones de cómo el poder del imperio tiene todo fríamente calculado en la región que tiene las mayores reservas de agua del planeta.

10 frases que subrayé:

* "Colombia, una víctima directa de la invasión a Vietnam..."

* "Cada espacio dejado por el Estado es ocupado por la violencia".

* "Controlar la Amazonia puede resultar una fuente incalculable de poder en el futuro inmediato".

* "Brasil no permite bases estadounidenses en su territorio, no participa en maniobras conjuntas con Estados Unidos y prácticamente no recibe fondos para combatir el narcotráfico. Todo lo contrario de estados tan obedientes como Colombia".

* "Colombia es un ejemplar laboratorio de pruebas de las nuevas guerras o guerras privatizadas".

* "Ningún alto funcionario ni ninguna agencia estatal conoce ni sospecha siquiera las dimensiones de la presencia de mercenarios estadounidenses en el país".

* "En ese silenciar por cualquier vía a quien piensa distinto son iguales los militares, los guerrilleros, los policías y los paramilitares".

* "Cerca de la mitad de Colombia está ocupada por selvas que poseen por lo menos la mitad de los genes para el futuro de la humanidad".

* "América Latina, con el doce por ciento de la población mundial, dispone del 47 por ciento de las reservas de agua potable de superficie subterránea del mundo, que están en la mira de Estados Unidos".

* "En cuanto a agua dulce y carbón, la región andina es depostaria de las mayores reservas del mundo".