9 millones de colombianos, 20 por ciento de los 45 millones mal contados que dijo el DANE que somos, se encuentran sin información local en su comunidad. Así lo estableció el proyecto Cartografías de la Información, del Centro de Estudios de la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip).
Y esto debería preocuparnos, sobre todo en un mundo hiperconectado, pues la información es un bien primordial para que una comunidad esté enterada de lo que pasa a su alrededor y pueda tomar decisiones informadas. Es necesario que haya quien cuente de la comarca a la comarca.
Esto se da en un momento en el que precisamente hay una facilidad enorme para comunicar, facilidad que sí han sabido usar muchas figuras públicas o asesores de comunicaciones o políticos inescrupulosos para posicionar en la opinión pública temas de su interés.
Ya el medio está al alcance de cualquiera que tenga un dispositivo móvil y una conexión a internet y transmite el mensaje que quiera sin problema. La aldea global es un hecho.
El problema viene cuando quien envía el mensaje no tiene la capacidad de separar lo real de lo inventado, o cuando algunos imponen mentiras, lo que en español antiguo se conoce con el bello nombre de paparrucha y en inglés como fake news.
En un mundo con paradojas como esta también se tiene a buenos periodistas dispuestos a seguir siendo quienes mejor informen a sus ciudadanos y a hacerlo de la mejor manera: para ello han creado medios de comunicación digitales, han aprovechado las nuevas plataformas para hacer periodismo innovador, se han adaptado a las tecnologías de la información para hacer que su mensaje llegue con fuerza a donde debe y están creando medios de comunicación que privilegian narrativas que conectan más fácil con el público. Todo esto sin descuidar los principios y valores del periodismo de calidad.
De este tipo de periodistas y de sus experiencias nos habla La babel digital, libro que se presentó anoche en la Universidad Javeriana de Bogotá, con un subtítulo menos críptico: Pistas para narrar un periodismo emprendedor. Porque se trata de otro capítulo en la larga lista de la organización Consejo de Redacción (CdR) -que nació para promover el periodismo de investigación en Colombia-, la cual entre sus títulos ha seguido las pistas para narrar la paz, la memoria, las emergencias, entre otros.
Explica Ginna Morelo, editora de este libro y de la Unidad de Datos del diario El Tiempo, que el periodismo digital es la torre inacabada, cambiante, es construirla al tiempo que se asciende por ella.
El libro destaca ejemplos en el mundo que son inspiración para nuevos periodistas. Es herramienta necesaria para hacer periodismo en las regiones, al decir del alemán Hubert Gehring, representante de la Fundación Konrad Adenauer en Colombia.
Los autores son el maestro Germán Rey, autoridad en los meandros profundos de la comunicación; y los periodistas Perla Toro, Renata Cabrales y Cristhian Barragán, quienes hablaron con grandes innovadores que con total desprendimiento contaron sus experiencias.
Como todas las publicaciones de CdR, se puede descargar en formato PDF de la página web consejoderedaccion.org.
D E S T A C A D O
Se trata de otro capítulo en la larga lista de la organización Consejo de Redacción (CdR).
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