Fanny Bernal * fannybernalorozco@hotmail.com

No es lo mismo saber algo, que ser sabio. N es lo mismo tener información, que construir y desarrollar conocimientos desde la consciencia interna y el mundo interno. Hoy existe un gran bombardeo de noticias, algunas importantes, otras vanas y faranduleras, que dan cuenta de eventos superficiales que no dejan ninguna enseñanza. La sabiduría tampoco surge de conocimientos, cifras, títulos académicos o condecoraciones honoríficas.

Las personas sabias prestan atención a su intuición, hacen silencio, disfrutan la soledad, son hábiles en la contemplación y en la meditación. Respetan y sienten empatía por las condiciones individuales de los otros, sin importar quiénes sean, y carecen del afán de ser reconocidas. No esperan el aplauso como recompensa.

Ramiro Calle, en el libro La Claridad Interior, invita a reflexionar acerca de las ataduras de la mente: “No conozco ninguna otra cosa que proporcione tanto sufrimiento como una mente no cultivada y no desarrollada. En verdad que una mente no cultivada y no desarrollada proporciona sufrimiento”.

Teniendo en cuenta lo anterior, vemos entonces que es el ser humano el que decide cuál es el camino que va a transitar por su vida, las estaciones, los giros, las llegadas y las salidas. Que las cosas salgan bien, depende de su sanidad interior y de cómo vaya a andar por esos caminos. Podríamos decir casi que la consigna es: o cultiva o sufre.

Hay parajes oscuros, días luminosos, noches sombrías, momentos maravillosos y desazón en el sendero y es la actitud con la que se asuma cada una de esas vivencias, lo que hace que se sienta seguridad y confianza para avanzar. Algunos aprendizajes pueden ser de gran ayuda para mantener en el equipaje que se lleva consigo cada día:

- Ecuanimidad e imperturbabilidad. Ayudan y protegen cuando hay acontecimientos que en un instante oscurecen el camino.

- Calma y sosiego. Son recursos necesarios para no andar reaccionando desde la rabia a eventos sin importancia.

- El silencio y la observación. Son condiciones imprescindibles para controlar impulsos irreflexivos.

- La paciencia y la persistencia. Conllevan a pulir las emociones desbordadas.

- Prudencia. Capacidad de callar y de escuchar de forma respetuosa,

- Disciplina y constancia. Útil para soltar las cargas y sanar las heridas y dolores emocionales.

Se requiere de coraje para descontaminar la mente de tantas ideas, pensamientos, actitudes y deseos nocivos. que ocupan un tiempo precioso; el cual podría invertirse de manera creativa en acciones para cultivar y fortalecer el sosiego.

La sabiduría interior se consigue modificando la manera como cada uno se relaciona consigo mismo y con las demás personas -por ejemplo- abandonando esos pensamientos dañinos, tóxicos, enfermizos de minusvalía, que limitan sueños e ilusiones y que tienen el poder de perturbar la realidad, creando desarmonía y sufrimiento.

Sabiduría interior es:

- Aprender a estar en el camino con belleza y luz desde dentro hacia afuera.

- Es despertar la conciencia para encontrar estabilidad y armonía.

- Abandonar la necesidad de dramatizar hechos cotidianos insignificantes y asumir con responsabilidad palabras y actitudes.

- Dejar de creer y crear falsas esperanzas.

- Estar vigilante y presente ante las vicisitudes de la vida.

- Asombrarse ante el milagro de la vida.

- Cultivar la compasión y el amor incondicional.

* Psicóloga - Docente Universidad de Manizales.