Esteban Jaramillo

LA PATRIA | Manizales

El nerviosismo por el peligro de descenso el próximo año se percibe entre seguidores del Once Caldas.

El desencanto es creciente por la ausencia de resultados y la discontinuidad en el juego. La derrota ante Nacional podría tildarse de un raspón insignificante o un tropiezo esperado, dada la diferencia en nómina y protagonistas. Pero a esta altura del torneo, cuando cada punto vale oro, la caída no se acepta en la perspectiva general.

Cierto es que, aquel día, aunque con resultado adverso, el Once enseñó por pasajes un rendimiento distinto al acostumbrado, hizo un partido digno, y se atrevió a buscar un mejor saldo. Pero al margen de la posición en la tabla que tanto asusta, las dudas sobre la eficiencia del cuerpo técnico, especialmente en el aspecto físico, se hacen evidentes.

Recientemente, después de vacaciones inoportunas, por el calendario de la selección, la falta de calidad en la puesta a punto, dejó al descubierto un equipo diezmado ante Jaguares, inexpresivo en lo físico y lo técnico, fácilmente dominado por el rival en Montería.

Las palizas físicas, antes del juego, denunciadas en escrito anterior en este diario, diezmaron la nómina. Ayer, en la última práctica, la falta de criterio en el trabajo, volvió a cobrar otra víctima: Michel Ortega quien, con seria lesión en la planta del pie, tendrá al menos dos meses de inactividad.

Tan dolorido estaba que amenazó varias veces con marcharse del equipo. Sobre Pacho Maturana, aunque no comparten la totalidad de sus planteamientos, los futbolistas mantienen hacia él el respeto debido, el que merece. Pero son pocos, ahora, los que se resisten a comentar en público, el malestar con el preparador físico.

Elkin Soto y el paraguayo Marcos Acosta, por sobrecarga, también entraron a departamento médico a dos días de jugar con Millonarios, partido tan trascendental como el anterior. Algo preocupante dado que no es amplia la plantilla disponible.

Mejor dicho, "tras de cotudos con paperas". Con la seriedad que le caracteriza Pacho Maturana deberá replantearse la evaluación exhaustiva de su grupo asesor. De lo contrario no parece tener larga vida en este proyecto.