Esteban Jaramillo
LA PATRIA | Bogotá
Atribulado por los resultados estaba el Once Caldas cuando llegó Hubert Bodhert. Se vio dispuesto a levantar la moral de un equipo alicaído, al borde del precipicio.
Dos meses después, con un reconfortante ahorro de nueve puntos, en lo alto de la tabla y primero entre los 10 que pujan por mantener la categoría, el Once pule líneas, las ajusta y busca el mejor rendimiento. De milagro inexplicable hablan algunos por la trasformación en el juego.
En lenguaje descomplicado que lo caracteriza, Boderth ha enfatizado, con los pies en el piso, que su equipo aún no está a tope y que la cohesión de sus líneas es cuestión de tiempo, de trabajo y de paciencia. Así lo ha advertido el público, que sigue hoy con mayor atención el desarrollo del nuevo proyecto, sin dejarse dominar por el escepticismo, tan común a principio de año.
Luego el efecto positivo de las fechas de arranque llegó el primer contraste ante Envigado, un equipo sin presiones, alegre, atrevido, sin derrotas hasta ahora y con el arco invicto, en presentación irregular del blanco, que estuvo por debajo de las previsiones en rendimiento y resultados. Más del cincuenta por ciento de los convocados rebajó su cuota en producción, lo que afectó el colectivo. La presión intensa, ingrediente vital, no fue constante porque a los futbolistas se los tragó la cancha. La pelota no tuvo buen uso, se desconectaron líneas por ausencia del juego combinativo, faltó profundidad y la interrelación entre jugadores, a través de pases, fue modesta. Solo al final vimos el Once de Bodhert penetrando líneas en triangulaciones rápidas y directas, pero inconsistente en zona de gol. La adaptación de un modelo de juego, especialmente al arrancar de cero, trae consigo altibajos en el rendimiento. Aunque el aficionado en su pasión sin límite no admite derrotas, la del domingo estaba en las previsiones. El tenso asunto de competir ganando apenas empieza. De un día con esplendor se pasa a uno opaco, de bajo rendimiento. Esta vez el Once no evolucionó. Al contrario retrocedió porque fueron varios los jugadores que cayeron a límites no esperados. No es utópico pensar que, al regresar a los niveles inicialmente expuestos, se puede limpiar el camino para lograr el objetivo.
Destacado
El tenso asunto de competir ganando apenas empieza. De un día con esplendor se pasa a uno opaco, de bajo rendimiento. Esta vez el Once no evolucionó.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015