Elizabeth Ortiz Palacios * saludablearas@yahoo.com.co

La gota es un trastorno hereditario del metabolismo de las purinas (componentes de ciertas proteínas) y lleva a altas concentraciones de ácido úrico en la sangre (Encima de 7 miligramos por decilitro). Esto ocurre por la reacción inmune que forma los cristales del ácido y es tres veces más frecuente en hombres.

Suele aparecer luego de los 35 años y consiste en el depósito de este ácido en las articulaciones pequeñas y tejidos vecinos, por lo que se produce una hinchazón y -a veces- una artritis crónica.

Por lo general, aparece con un dolor súbito que se inicia en el dedo gordo del pie y que continúa hacia arriba por la pierna. Puede presentarse de forma aislada o acompañarse, en algún momento, de la evolución de cálculos renales (litiasis renal única) y/o nefropatía (enfermedad del riñón) gotosa. Tiene relación con la alimentación, la obesidad y los ejercicios excesivos.

El organismo elimina este ácido muy lentamente, por lo que el tratamiento debe centrarse en la dieta. Los ataques agudos suelen desencadenarse por la ingesta de algunos productos. Entre ellos, los mariscos, los embutidos, los dulces, las bebidas azucaradas, algunas verduras (coliflor, espinacas, espárragos, rábanos, tomate), el alcohol, las grasas, la sal, el tocino y la mayonesa.

Otros alimentos a limitar son: Los pescados azules, las vísceras, las carnes rojas normales y ahumadas y sus caldos. También la leche y sus derivados, los cereales, las galletas, los pasteles grasos o con rellenos, los refrescos, además de, las frutas en almíbar, confitadas, escarchadas y/o secas.

Los pacientes con gota deben aumentar la excreción urinaria con medicamentos. El pH urinario influye en la eliminación de ácido úrico, lo que bajaría la concentración sanguínea. Vale así mismo incrementar la hidratación con líquidos como el agua y las aromáticas.

* Nutricionista y dietista clínica de la Universidad Nacional de Colombia. Educadora acreditada en diabetes.