Elizabeth Ortiz Palacios * saludablearas@yahoo.com.co
Las personas con enfermedades respiratorias deben cuidar su alimentación y mantener un peso saludable, ya que la malnutrición, la desnutrición o la obesidad repercuten en la función pulmonar. De ahí surge la tarea de seguir ciertas recomendaciones en los tiempos fríos para evitar crisis.
La función pulmonar tiene influencia sobre el peso, así:
En la obesidad. Ocasiona alteraciones de la mecánica respiratoria, pues dificulta la expansión de la caja torácica y el movimiento del diafragma, los bronquios se cierran y es necesario un mayor volumen de oxígeno, también una mayor frecuencia respiratoria para realizar cualquier actividad en comparación con alguien sin sobrepeso.
En malnutrición. Afecta la calidad funcional y, en consecuencia, la calidad de vida. El funcionamiento de los pulmones y de los músculos respiratorios se ve alterada, lo que contribuye al deterioro.
A muchos de estos pacientes, el mero hecho de comer, les ocasiona falta de aire o cansancio. Deben tener en cuenta:
* Utilizar el oxígeno. Están obligadas todas las personas que lo tengan prescrito durante y después de las comidas, ya que la digestión requiere de un aporte de oxigeno mayor.
* Descansar antes de cada comida, si se requiere.
* Realizar de cinco a seis comidas diarias evitando que sean abundantes.
* Comer despacio y masticar muy bien.
* Elegir comidas fáciles de masticar y de digerir.
* Evitar alimentos que produzcan gases o bebidas con gas.
* Limitar el consumo de sal e hidratarse.
Algunos alimentos, en tanto, participan positivamente en el mejoramiento de la dificultad respiratoria que provocan la inflamación de las mucosas y el aumento de las secreciones. Los antioxidantes son capaces de proteger al organismo del daño ocasionado por sustancias tóxicas como el dióxido de carbono. Entre ellos están:
Vitamina A. Regenera las mucosas respiratorias.
Vitaminas C y E. Refuerzan el sistema inmunitario, lo que ayudará a proteger al organismo de infecciones que deterioran la función pulmonar. La C está presente en cítricos como la naranja y la E, en nueces y almendras.
Ácidos grasos omega 3. Son antiinflamatorios. Ejemplo: El salmón.
Mucolíticos. Controlar la ingesta de lácteos disminuye la producción de moco, la congestión nasal y mejora la función respiratoria. En este sentido también se puede consumir cebolla, puerro, ajo.
Para facilitar la función de estos nutrientes es recomendable 'fluidificar' la mucosidad teniendo en cuenta la ingesta de líquidos. Todo aquel que tenga antecedentes familiares de estas enfermedades puede hacer prevención.
* Nutricionista y dietista clínica de la Universidad Nacional de Colombia. Educadora acreditada en diabetes.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015