Cuando la Academia Sueca de las Ciencias que otorga el premio Nobel cada año dio hace dos años el Nobel de literatura al señor Bob Dylan, la sorpresa fue grande ya que no figuraba el laureado como escritor de libros y obras de literatura continuada.
La Academia explicó bien que el premio era otorgado como reconocimiento a la buena comunicación con frases de belleza y profundo contenido de amor que eran acompañadas con las notas musicales en pentagramas de exquisita tonalidad; era un premio a la dicción poética que casi siempre se acompaña con la nota musical hasta formar casi una sinfonía de sonoridad y expresión de hermosura celeste.
En el fondo es un reconocimiento a la expresión poética que casi todas las canciones lanzan en sus letras que pintan en palabras paisajes bellos de amor y de consuelo, de queja y lamento. De alabanza y humanismo; leer las letras que acompañan muchas canciones es empapar el espíritu de poesía cubriendo el ánimo de emoción y entusiasmo; cantar pasillo, bambucos, cumbias y vallenatos es llenar con sus letras el corazón de brotes de amor a la patria, la tierra, el trabajo, la familia, la amistad, el paisaje, la vida.
Vale recordar todo esto porque el 21 de marzo ha sido declarado “Día de la poesía” como reconocimiento a quienes con el don de la expresión de la palabra labrada en poesía entre rítmica y expresión precisa, levantan el ánimo, abren horizontes, hacen caer el rocío del amor sobre los corazones y empapan la tierra de la lluvia tierna de la belleza eterna.
La Biblia en su profundidad hace frecuente uso de la poesía en muchos de sus libros y expresiones de la entrega de la verdad; los salmos son casi todos cascadas de poesía que refrescan la vida con sus palabras preciosas y sonoras.
El Concilio Vaticano II entregó en su mensaje final a la humanidad sentidas palabras hacia los artistas de la existencia, es decir hacia aquellos que hacen de la belleza expresión de sus obras: “a vosotros todos, artistas que estáis prendados de la belleza y que trabajáis para ella: poetas y gentes de letras, pintores, escultores, arquitectos, músicos, hombres de teatro y cineastas, a todos vosotros la iglesia del Concilio dice... la iglesia está aliada desde hace mucho con vosotros. Recordad que sois guardianes de la belleza en el mundo”.
Años más tarde el papa Juan Pablo II regaló la “carta a los artistas” para resaltar lo anotado antes. Nosotros hoy recordamos la noble labor de los poetas que pintan de belleza la rutina a veces oscura de los días y agradecemos su reconfortante labor de belleza y amor.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015