Desde hace tres años la Industria Licorera de Caldas no produce la materia prima para la producción de sus productos, debido a la determinación de las directivas de cerrar su planta de destilación, la cual según la Contraloría General de Caldas “se tomó sin contar con estudios técnicos, financieros, económicos, jurídicos y ambientales definitivos, plenos y certeros que soportaran la decisión” (Boletín compra de alcoholes por parte de la ILC, 2014).

El cierre ha propiciado que hoy en la ILC ronde la amenaza del agotamiento de materias primas propias, lo cual ha obligado a la búsqueda de insumos en otros mercados para intentar suplir los requerimientos para la elaboración de su producto más vendido, el Ron Viejo de Caldas. La empresa reconoce que se están acabando las tafias propias, esto es, la materia prima esencial para la producción de ron, y señala la necesidad de comprar este insumo ya que “durante los años 2014 y 2015 únicamente se embarrilaron pequeñas cantidades de tafias para realizar ensayos y pruebas, por lo que todo lo que se produjo durante estos años y lo corrido del 2016 fue a partir de los inventarios existentes, sin embargo las proyecciones que se han realizado con nuestros maestros roneros muestran un agotamiento de los inventarios en las referencias más representativas para la ILC de no comprarse (…) alcohol tafia” (Estudios de Necesidad, Conveniencia y Oportunidad para la Contratación, 11 de agosto de 2016).

La ILC lleva buscando varios años tafias similares en otros países, tarea problemática ya que la única forma de garantizar que se mantenga el sabor característico que ha tenido el Ron Viejo de Caldas desde hace 90 años es volviendo a producir materia prima en la empresa. Pero este no es el único riesgo con la importación. La forma en que la ILC ha negociado las tafias extranjeras podría dar lugar a graves casos de sobrecostos.

Dentro de un estudio que adelantó la ILC para importar casi siete millones de litros de alcohol tafias en diciembre de 2016, la empresa estableció que en el mercado existían tres precios de referencia por litro: 1,05 dólares de Rones de Guatemala, 1,35 dólares de Brugal y 1,69 dólares de AFD. A pesar de las opciones, la ILC contrató cada litro de alcohol tafias con el Grupo Inverproyectos & CIA S.A.S por el valor mayor del mercado, es decir, por 1,69 dólares, lo equivalente a unos $4.900 pesos colombianos, dejando además abierta la posibilidad de pagarle a Inverproyectos un precio superior por litro en caso de que el dólar suba, sin importar hasta donde se eleve su valor.

Si se tiene en cuenta que el costo de producción por litro de alcohol tafias en la ILC era de aproximadamente $2.600 pesos al momento de cerrarse la planta de destilación, en el actual negocio podría haber un sobrecosto de $2.300 pesos por litro, el cual multiplicado por los 6 millones 800 mil litros que se contrataron, ascendería a más de $15.000 millones de pesos en total. Esto sin contar otras importaciones que conservan un esquema similar. No menos preocupante es el precio de las tafias en la actualidad, como lo demuestra el valor por litro de esta materia prima en algunas empresas de República Dominicana, que asciende a 2,32 dólares, es decir, más de $6.700 pesos.

Inquieta además que Inverproyectos & CIA S.A.S., empresa a la cual la ILC le pagará casi $32.000 millones de pesos por la importación de tafias, es una empresa que se dedica a actividades de consultoría de gestión, lo que implica que es una intermediaria entre el productor de materias primas extranjero y la industria caldense.

Va quedando claro entonces que mientras ganan el productor de alcohol tafias y los intermediarios, pierde la ILC al asumir costos exorbitantes en la importación y arriesgar la calidad del Ron Viejo de Caldas.