En artículos anteriores he mencionado que el tiempo escolar es uno de los factores que más inciden en los niveles de aprendizaje. Es de sana lógica deducir que hay una relación de proporcionalidad directa entre los tiempos de estudio y el logro de resultados, no en vano los países con mejores avances en materia de aprendizajes se corresponden con aquellos donde se tienen mayores horas de escolaridad al año. Así mismo, uno de los aspectos en favor de las instituciones privadas y en detrimento de las oficiales es precisamente la significativa diferencia en los tiempos de estudio; desde la arquitectura misma de la planificación de los tiempos de escolaridad, los niños de la escuela pública entran en desventaja en términos de calidad. Adicionalmente a este negativo antecedente, quiero motivar hoy la reflexión sobre la imperiosa necesidad que tenemos todos los actores del sistema educativo de proteger los tiempos de estudio, porque desafortunadamente para los niños de las escuelas públicas de Colombia este no ha sido un propósito que cuidemos con celo. Yo diría todo lo contrario: afectamos las actividades académicas con gran facilidad y con pretextos que dejan en entredicho el verdadero compromiso con la calidad de la educación.
Veamos las causas más frecuentes que justifican la suspensión de las clases en las escuelas públicas de Colombia:
1. No han nombrado los maestros.
2. La profe está incapacitada.
3. Los profes están en paro.
4. Hay reunión de profesores.
5. Hay suspensión del servicio de agua.
6. Los profesores tienen un permiso.
7. Los docentes asisten a capacitación.
8. Hay elecciones el próximo domingo.
9. Los estudiantes asistirán a un concierto.
10. Los estudiantes asistirán al lanzamiento de algún proyecto.
11. Es el día sin carro.
12. Es el día de la excelencia educativa.
13. Es el día del maestro.
14. Se decretó día cívico por determinada razón.
15. Se están desarrollando los juegos del Magisterio.
16. Hay asamblea gremial de los educadores.
17. Hay día compensatorio por jurado de votación.
18. Los profes tienen permiso por las elecciones de junta directiva sindical.
19. Hay afectaciones locativas por la ola invernal.
20. El profesor se encuentra haciendo uso de una licencia.
Y la lista podría ser mucho más extensa.
Este alto nivel de vulnerabilidad de los tiempos escolares me lleva a aseverar con altísima probabilidad de acierto que no hay día alguno en las escuelas públicas de Colombia que no haya algún tipo de novedad que ponga en riesgo la normalidad académica.
Considero conveniente entonces que todos los actores del país educativo (gobierno, directivos, maestros, empleados y padres de familia) hagamos un gran acuerdo nacional en la defensa de los tiempos de los niños, en búsqueda de estrategias que posibiliten el pleno ejercicio de todos nuestros derechos, la atención a todas las necesidades, el desarrollo de proyectos de interés nacional, pero que en todo caso la afectación de los tiempos de escolaridad de los niños se dé en casos absolutamente excepcionales. Esto sería un claro ejemplo de hacer acuerdos sobre lo fundamental, expresión muy en boga por estos días electorales en nuestro país y que acuñó originalmente el inmolado dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado.
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