Este año que concluye fue el de los 250 del nacimiento de Francisco José de Caldas, el “sabio”. En Colombia y España se realizaron congresos y conferencias de especialistas, con recuperación de la obra de nuestro primer científico, con liderazgo en especial de la “Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, ACCEFYN”. Ahora los preparativos avanzan para celebrar los 250 del nacimiento de Alexander von Humboldt (1769-1859), sabio-científico mayor en el contexto internacional, con acontecimientos académicos en diversas partes del mundo, incluida Colombia con liderazgo similar de nuestra ACCEFYN.
Su vida estuvo marcada desde muy joven por la obsesión de explorar y conocer, para interpretar la formación y funcionamiento del mundo con sus componentes, lo que le llevó a estudiar diversas disciplinas: mineralogía, geología, geografía, botánica, astronomía, química, magnetismo terrestre, matemáticas, idiomas, filosofía,... con profundo amor por la Naturaleza. Estimó la Tierra como un organismo vivo que investigaba en busca de conexiones y correlaciones entre los fenómenos y los lugares. Con poco más de treinta años recorrió gran parte de Latinoamérica, en la compañía del botánico francés A.G. Bonpland, en ese afán de conocer y registrar detalles, con acopio de muestras en rocas, plantas, animales. Dispuso de instrumentos: barómetro, termómetro, sextante, cianómetro,… para anotar en sus cuadernos de campo las mediciones de alturas, humedad, gravedad,... Escaló montañas, volcanes y se movilizó por ríos, con tremenda audacia, sobrellevando cualquier tipo de riesgos.
Tuvo a París como la ciudad más atrayente por su ambiente científico, más que Berlín, su propia ciudad. Pero a Berlín le dedicó grandes esfuerzos por crear ambiente científico, incluso a su regreso en 1827 organizó un ciclo de sesenta y una conferencias en la Universidad que había creado en 1810 su hermano Wilhelm, que por el éxito tuvo que programar dieciséis adicionales, dictadas durante seis meses, en duración no más de hora y media, con asistencia libre de centenas de personas, de toda condición social, incluido abundante público de mujeres que no tenían por entonces acceso a la universidad. Fue acontecimiento que hizo patente su concepción y compromiso por educación de calidad y gratuita para todos, con promoción didáctica de la ciencia, apelando incluso a recursos del arte y la poesía.
Otro aspecto de destacar en su personalidad asombrosa, fue la capacidad de innovación para promover la ciencia, por ejemplo tuvo el acierto de reunir en Berlín (1828) a quinientos científicos de toda Europa, sin que se dedicaran a impartir conferencias o ponencias de sus especialidades, más bien para que hablaran entre ellos, creando ambientes favorables en comidas, conciertos, visitas a lugares públicos como el zoológico real, el jardín botánico, y otros con colecciones naturales. Su propósito radicaba en formar sentido de hermandad entre los científicos de diversas disciplinas, para que prosiguieran camino en cooperación e intercambios.
Para acceder a los predios de la Corona española en América debió incursionar en España, con toda curia, para conseguir los permisos y formalizar de sus propios recursos las transacciones económicas que le permitieran sostenerse en esa magna exploración. Incluso accedió en persona al rey Carlos IV, con proyecto escrito hasta convencerlo sobre la trascendencia de su viaje. Humboldt tuvo una personalidad arrolladora, con capacidad diplomática para ganar la confianza de científicos y de gobernantes, en todo lugar, auncuando en privado solía hacer uso de ironía y de sarcasmo. Conferencista cautivador. Escribió cartas sin cesar, por miles, con informes y consultas a las autoridades y a personalidades de la ciencia, habiendo recibido otras miles. Autor de más de treinta libros, con una meta final de integrar en una sola obra sus conocimientos, para lo cual se aplicó a los 75 años, consiguiendo elaborar “Kosmos”, en cuatro volúmenes, con uno adicional publicado de manera póstuma, con su propia premisa: “El resultado más importante de un estudio racional de la naturaleza es recoger la unidad y la armonía en esta inmensa acumulación de cosas y de fuerzas.”
De las relaciones que consiguió Humboldt, la de mayor vuelo fue con Goethe, veinte años mayor que aquel; la sintonía fue total, en temas de botánica, mineralogía y letras, a tal grado que se conoce que el personaje Fausto en la obra de Goethe tiene como referente a Humboldt. Se sabe, incluso, que la “Geografía botánica” de Humboldt tiene como apoyo la “Metamorfosis de las plantas” de Goethe. Y fue determinante su influencia en la vida y obra de Charles Darwin, Henry-David Thoreau, Ernst Haeckel, John Muir, entre otros, y en poetas como Whitman. Bolívar de 21 años conoció a Humboldt en París, con cruce de comunicaciones posteriores, y en sus campañas libertadoras lo tuvo como paradigma.
Como naturalista, al llegar a Venezuela encuentra la destrucción de los bosques por parte de los españoles, toma mediciones y hace la observación clave de los efectos en la disminución del agua y en los cambios de clima. Percibe también en Cuba el predominio del monocultivo, con desplazamiento de la siembra de alimentos, y de esa manera -dijo- no se creaba una sociedad feliz. Anotaciones que reitera, con enunciados anticipatorios en la situación medioambiental que se padece hoy.
Humboldt es personalidad científica, intelectual, humana, de estudiar a profundidad en las instituciones educativas, como ejemplo de rigor en el despliegue de vocaciones integradoras de conocimientos y disciplinas, hacia la comprensión del mundo y de la regulación sostenible del medio natural.
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