Si la luz es mala, no nos reunimos. Si la luz es mala, no nos vemos. Sin la luz precisa no hay encuentro, no hay visita, no hay fiesta. En cambio, si ponemos una luz buena en el centro, nos sentamos alrededor, en círculo, y conversamos viéndonos las caras.
¿Y si le ponemos una luz mejor a Manizales? Seguro que nos volvemos a encontrar, seguro que nos sentamos y conversamos en la calle. ¿Y dónde ponemos la mejor luz? Pues en el Centro Histórico. El Centro es nuestra mesa de centro, donde ponemos lo que somos y lo que hemos sido.
Por estos días, la administración municipal estuvo al borde de concretar la iluminación del Centro Histórico con tecnología LED. No lo logró. Después de dos meses de intentar sacar adelante una licitación pública (INV-L-002-2017), el Instituto de Valorización de Manizales –Invama– declaró desierta esa posibilidad. La entidad encontró que los parámetros de calificación y evaluación que proponía el pliego de condiciones no eran claros ni precisos, por lo tanto no se podía continuar con el proceso.
Que el gobierno caiga en errores de este tipo produce desilusión. Lleva a un retardo en una apuesta vital para la ciudad. Ahora bien, la licitación también había recibido varias observaciones por parte de los proponentes y de algunos expertos. Estas dejaron interrogantes sobre la forma como el gobierno ha asumido este reto.
En primer lugar, el municipio contrató en 2016 una consultoría para la viabilidad de la modernización del alumbrado público con tecnología LED en toda la ciudad. No se sabe cuál es el impacto o cuáles son los determinantes que esta consultoría dejó para la iluminación del Centro. Aunque esta consultoría de 2016 pudo asumirse como un estudio de factibilidad para la iluminación, no se sabe aún si generó algún diagnóstico o algún estudio concreto para este sector.
Segundo, algunos expertos llamaron la atención sobre la falta de diseños para sacar adelante el proyecto. Si bien a los proponentes se les estaban exigiendo diseños fotométricos, no era claro si estos suplían el diseño general que debe sustentar este tipo de proyectos. Mientras los diseños fotométricos definen condiciones técnicas de la calidad y cantidad de luz requerida, el diseño general se refiere a las condiciones urbanísticas, arquitectónicas y de exaltación lumínica de los bienes patrimoniales e históricos del Centro. Pretender una iluminación de este sector solo con diseños fotométricos, da a entender que tan solo se está buscando una correcta iluminación, pero no un plan de conservación y exaltación completo de la zona. Poner luz, pero no la mejor.
Tercero, los proponentes llamaron la atención en que las condiciones que se pedían para las luminarias correspondían a la tecnología de un solo proveedor. Es decir que se podría estar ante un direccionamiento de la licitación, en la medida en que el suministro solo llegaría a quedar en manos de esa marca. También solicitaron aclarar, porque el contrato no parecía ser de suministro, como se señalaba sobre el papel, sino que se trataba de un contrato de obra que incluía diseño fotométrico e instalación.
Cuarto, la Asociación Colombiana de Ingenieros –ACIEM– solicitó que se retirara la exigencia para proponentes de tener experiencia en luminarias LED. Según ellos, en la medida en que esa tecnología apenas se viene implementando en Manizales, es difícil que la ingeniería local alcance los niveles de experiencia exigidos, por lo cual quedarían excluidos del proceso. Además, dicen, cualquier sociedad con experiencia en instalación de alumbrado convencional podría garantizar cumplimiento técnico.
Las últimas dos situaciones generan la misma preocupación que desde hace días se le viene resaltando al gobierno de Manizales. Bajo el argumento de garantizar cumplimiento en los contratos, las entidades están haciendo exigencias altas para los proponentes locales, lo que lleva a su exclusión y a una reducción de participantes dentro de los procesos de selección, lo cual enrarece y encarece los proyectos: pasó con las contrataciones de seguros y con el intercambiador vial de La Calora (también del Invama).
Las primeras dos consideraciones llevan a que debamos preguntar sobre el verdadero objetivo del proyecto. ¿Se trata solo de iluminar mejor el Centro o se trata de iluminarlo como su patrimonio e historia lo exige? De esto depende si volvemos y nos reunimos a conversar allí. Hay valor en volver y en que otros lleguen por primera vez. Que el alcalde de Manizales no renuncie a esta apuesta. Que lo intente de nuevo y esta vez mejor.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015