La Alcaldía de Manizales está buscando cobrar por el uso comercial del espacio público. Fuera del rechazo y de la falta de socialización que protestan los comerciantes de la ciudad, más allá de la impertinencia y la falta de planeación que señalamos la Corporación Cívica de Caldas, la Cámara de Comercio y Fenalco, creo que el gobierno debería ir más despacio porque está corriendo el riesgo de implementarlo con la filosofía equivocada.
Ya hoy caminamos por andenes estrechos. Es como ir al filo del precipicio: de un lado los carros, a mil, del otro la pared, la vitrina y el muro bajito que encierran y que nos van empujando de a poco al vacío. O nos montamos a un carro o una moto, o nos metemos al centro comercial, al restaurante, al bar, al edificio. El andén va quedando como un pasaje diminutivo entre dos mundos privatizados, el de los vehículos y el de las edificaciones.
Los andenes están llenos de postes, de bolardos, de señales duplicadas para los carros, de avisos para los turistas, de desniveles para las rampas de las motos. Las personas en sillas de ruedas ya no pasan y los invidentes llevan gorras para no golpearse en la cara. Veo que ya no podemos detenernos en la vía a hablar, a mirar, a sentarnos, a pensar. Es que los grupos de tres son ya gentío para una acera y la condena es caminar solos o por parejas.
Por otra parte, las plazas y parques cada vez son más para vender y comprar, sus espacios son más esquivos cuando se trata de permanecer, descansar o recrearse. Parecieran quererse llenar de locales y mostradores, eso sin contar con los contenedores que se vienen abriendo paso. Los árboles son los de siempre porque no queda dónde tener unos de más y a la sombra le hemos empezado a desconocer su valor.
Hay que reconocer que es una situación a la que hemos llegado por mala planeación, pero también por el mal uso del espacio público de algunos privados. La pregunta es si el cobro por el uso del espacio público, tal y como lo viene presentando la Alcaldía, responde a una filosofía que nos va a resolver el problema.
Así como se está presentando, este cobro por compensación del Proyecto de Acuerdo 111 tiene más filosofía de legalización que de gestión, más de regularizar el incumplimiento que de recomponer lo vulnerado. El gobierno se ha metido en una camisa de fuerza donde se ha convencido a sí mismo de que cobrar es la única forma de salir del mal uso del espacio público por vendedores informales y algunos comerciantes. No sabe si por capitalizar una situación que no es la ideal para la ciudad, por evitar una confrontación costosa (en términos políticos y financieros) con comerciantes que no cumplen, o simplemente por confiar en que el cobro desincentivará el uso comercial de lo público y nos irá devolviendo espacio para todos.
Supongamos que comerciantes y vendedores quedan con licencia para acceder a pagar por el espacio público, ¿cuánto espacio se nos va a respetar para caminar, para reforestar, para darnos aire y sombra, para ampliar, para jugar, para reunirnos a conversar? Ese es el miedo, que el Acuerdo no sea capaz de contener la ímpetu económico que cualquier oportunidad comercial abre y que se termine perdiendo equilibrio en los demás usos del espacio público. ¿En los sectores que se han previsto, se podrán usar todas las terrazas y antejardines comerciales? ¿Cuánto porcentaje de los parques se utilizará en comercio y cuánto quedará para otros usos? ¿Cuántos vendedores informales podrán acceder a estos permisos? ¿Hay una norma que lo defina? ¿Hay un estudio que ayude a prever qué puede ser lo justo?
Si la filosofía fuera más integral y menos comercial, esta norma no se aprobaría de manera solitaria y sin instrumentos más completos que desarrollen el Plan de Ordenamiento Territorial (POT). Hemos hablado de la necesidad de una Plan Maestro de Espacio Público, una norma que le daría más cuerpo al POT y resolvería preguntas. Para la Alcaldía, Neiva es una ciudad que cuenta con este cobro; habrá que recordar que esa capital cuenta con un Plan Maestro reciente, completo, con fuerza de decreto municipal. Para la Alcaldía y algunos concejales ese Plan Maestro ya existe para Manizales; habrá entonces que preguntarles dos cosas: ¿ese plan resuelve estos interrogantes? ¿Entonces qué es el tal Plan Maestro, que integra movilidad y espacio público, que apenas nos entrega Findeter?
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015