Después de aproximadamente ocho años se volvió a implementar en la ciudad el pico y placa para los vehículos particulares. El anterior pico y placa lo desmontó el alcalde Juan Manuel Llano, y el alcalde Jorge Eduardo Rojas durante su administración trató de montarlo nuevamente, pero ante una acción popular que instauraron los gremios de la ciudad no lo pudo establecer.
Con respecto a esta acción popular el juez determinó que la administración realizará unos estudios que demostrarán claramente que se requería el establecimiento de esa figura en la ciudad. Dicho estudio finalmente no fue aprobado por el juez. Mientras tanto los gremios en reuniones que sostuvieron con los representantes de la administración, manifestaban que si bien la ciudad tenía un alto número de vehículos y había problemas para los desplazamientos vehiculares, se tenían causas adicionales como el mal comportamiento de los conductores.
Los conductores de buses y busetas no respetan los paraderos, recogen y dejan a los pasajeros en cualquier sitio de la vía; lo mismo hacen los taxistas. Los conductores de vehículos particulares también paran en cualquier sitio e inclusive parquean sus vehículos sin importar si generan trancones. El acuerdo que hizo el alcalde Rojas con los gremios fue hacer una campaña educativa para todos los conductores, tanto de vehículos públicos como particulares, con el fin de que mejoraran su comportamiento. Pero esa campaña fue muy pobre y no produjo mayor impacto.
El anterior pico y placa restringía la circulación de los vehículos particulares especialmente en el centro de la ciudad. Cada día la ciudad se está desplazando más hacia el oriente. Actualmente el desarrollo urbanístico en el sector comprendido entre el Batallón y la Glorieta de San Marcel es impresionante, lo mismo que el que se está dando en el sector de la Florida en Villamaría y a lo largo de  la Avenida Kevin Ángel.  
Al centro todavía va mucha gente y hay actividades exclusivas de ese sector; sin embargo, cada día es mayor el número de manizaleños que han dejado de visitarlo. El comercio se está fortaleciendo en otros sitios de la ciudad, por lo que muchas personas no ven la necesidad de ir hasta allá. 
El alcalde Octavio Cardona inició su administración con las pilas puestas y a escaso año y medio de iniciar su mandato planteó la construcción de dos obras civiles: la glorieta elevada que se está construyendo en el sector de La Carola sobre la Avenida Kevin Ángel y un puente en la misma avenida en el sector de la Universidad Autónoma, cuya obra se debe iniciar el año entrante. Por lo pronto y para mejorar la movilidad en la ciudad fruto de los trabajos en La Carola, estableció el pico y placa temporal para vehículos particulares, por unas horas y en parte de las avenidas Kevin Ángel, Santander y Paralela. 
El pico y placa tiene una buena razón para haberse puesto en funcionamiento, ha sido bien acogido por los conductores y en general por la comunidad. El área donde se tiene establecido dispone de vías alternas que permiten el desplazamiento de los vehículos particulares, sin que se cometa ninguna contravención. El promedio de comparendos por violación de la medida está en 55   diarios y para recordar la medida, la Secretaría de Tránsito además de la señalización informativa que fijó por toda la ciudad, dispuso una aplicación para el celular para que les avise a los conductores el día en que su vehículo esté en pico y placa. 
Se dice que no hay nada más definitivo que lo provisional. Esto puede que se llegue a dar en el caso del pico y placa del que estamos hablando; porque puede llegar a suceder que después de que se dé el paso vehicular por la intersección de La Carola, se inicien los trabajos en la Autónoma y lo más seguro es que se tenga que continuar con la medida.