En la actual campaña electoral se están viendo las dificultades que se tienen con el manejo de las redes sociales. Estas, que en el caso de los Estados Unidos influyeron para que Trump pudiera llegar a la presidencia y en nuestro caso del pasado plebiscito, fueran influenciadoras para que, aun en contra de todas las encuestas, se derrotara la propuesta del ‘sí’ del Presidente Santos.
En los últimos días se ha descubierto la filtración de la información y minería de datos sobre 50 millones de usuarios de Facebook, lo que por falta de confiabilidad en esta plataforma, está generando un gran impacto de desconfianza a nivel mundial y tiene entre palos al señor Zuckerberg, fundador-dueño de este sitio web de las redes sociales. Aún con toda la desconfianza y riesgos que presentan las redes sociales, cada día es mayor el número de personas que están escogiendo informarse a través de las tecnologías informáticas.
Los medios de comunicación tanto escritos como hablados, cuya principal función es informar de manera seria y neutral, no están funcionando como tal, solo están sirviendo para los análisis de las noticias o para corroborar una información.
La inmediatez con que las redes sociales desplazan la información, consigue que las noticias al poco tiempo de suceder, ya estén desactualizadas.
Sin lugar a dudas las redes sociales trajeron consigo un cambio cultural en la comunidad. Atrás quedó la privacidad de las familias, ya se puede saber que es lo que está pasando en las casas, de puertas para dentro. Los seguidores de éstas, pasan muchas horas mirando su celular, subiendo permanentemente a las redes lo que piensan y lo que hacen, con fotos y videos incluidos y viendo lo que hacen sus conocidos, e incluso los desconocidos.
Otro cambio cultural que trajeron las redes sociales y los teléfonos inteligentes, es la inmediatez de las comunicaciones. Atrás quedaron las épocas en que los ejecutivos tenían sus secretarías para atender las llamadas telefónicas. Lo común es que hoy en día no se llame al conmutador de una oficina, ya que, tanto las llamadas telefónicas, como los “wasap”, tienen que ser contestados inmediatamente, pues un retraso en la respuesta puede traer consigo un fuerte reclamo.
Las redes sociales están aislando a las familias, los usuarios de estos equipos viven más preocupados por comunicarse con los que están más lejos de ellos que con los que están cerca. Igualmente, están generando problemas personales, porque el estar informados de todo lo que hacen y tienen sus amigos y conocidos, consigue originar envidias y frustraciones, que llegan a producir transtornos en el ánimo, e inclusive hasta depresiones.
Ya todo se puede hacer por el celular. Fotos, mensajes, llamadas telefónicas, pago de facturas, traslados de recursos, lo que está presentando un gran riesgo, representado en los hackers, quienes son individuos muy hábiles en el manejo de los computadores y de las redes informáticas, las cuales son para ellos herramientas de distracción, pero también de “trabajo”.
Los hackers están interviniendo y manipulando los servidores de las entidades bancarias, al igual que la información de las campañas electorales. A Trump lo acusan de que su campaña fue manipulada por hackers rusos y mucho se dice de la manipulación que le están dando a la actual campaña electoral de nuestro país, donde algunas personas sitúan como ejemplo de experticia del manejo de las redes sociales, al expresidente Uribe, quien ya manifestó públicamente por un medio radial, su intención de no conceder entrevistas y continuar comunicándose con sus seguidores, a través de las plataformas digitales.
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